agricultura

Medio millar de análisis prueban que Córdoba está libre del 'ébola del olivar'

  • La Junta ha analizado muestras tomadas en viveros, explotaciones agrícolas, parques y jardines y reforzado la lucha contra la bacteria en el Ifapa cordobés de Alameda del Obispo

Detalle de un olivar afectado por xylella fastidiosa..

Detalle de un olivar afectado por xylella fastidiosa.. / el día

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha realizado más de un millar de actuaciones específicas de vigilancia de la xylella fastidiosa -bacteria denominada ébola del olivar- hasta finales de noviembre de 2017, acciones que han supuesto la toma de 6.036 muestras de material vegetal negativas para este patógeno, más de medio millar de ellas en Córdoba. Estas medidas se enmarcan en las iniciativas puestas en marcha por el Gobierno andaluz desde la aprobación del Plan de Acción contra esta bacteria en 2015, que ya recogía todas las acciones de prevención, vigilancia y erradicación, en su caso, para evitar la aparición y dispersión de la xylella en la región.

El consejero Rodrigo Sánchez ha explicado que las actuaciones que llevan a cabo los técnicos de su departamento se basan en la realización de prospecciones y toma de muestras "donde existe mayor riesgo fitosanitario de presencia de la bacteria". En concreto, se está actuando en viveros, lugares de producción o comercialización de plantas sensibles al patógeno, explotaciones dedicadas al cultivo de especies potencialmente más propensas a verse afectadas (olivo, cítricos, vid y almendro), parques, jardines y puertos deportivos.

Por provincias, en Almería se han tomado 1.450 muestras, en Cádiz 530, en Córdoba 505, en Granada 368, en Huelva 1.179, en Jaén 587, en Málaga 321 y en Sevilla 1.096 muestras de material vegetal sensible.

En cuanto al total de 997 prospecciones realizadas en estos once meses de 2017, 398 actuaciones se han llevado a cabo en viveros, 581 en explotaciones agrícolas, 10 en puertos deportivos, 82 en parques y jardines y 26 en otros lugares con especies sensibles a la bacteria.

Rodrigo Sánchez Haro ha puesto en valor la "continua labor que se realiza desde la Junta de Andalucía para prevenir la entrada de esta bacteria en la región, en la que están implicados numerosos técnicos y que cuenta también con la colaboración del propio sector". "Son nuestros mejores aliados para lograr este objetivo", ha recalcado el consejero de Agricultura sobre los agricultores y viveristas, ya que "están en primera línea" para defendernos contra la xylella si llega el caso. Por esta razón, la Consejería activó en verano un teléfono de consulta (955 059 898) y un correo electrónico (info.xylella@juntadeandalucia.es) para atender avisos y preguntas sobre este patógeno.

Para luchar contra la bacteria, la Administración autonómica ha reforzado complejos como el centro del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa) Alameda del Obispo (Córdoba). En este complejo se trabaja, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para contar con un laboratorio de contención biológica.

Se han descrito más de 200 especies de plantas que pueden ser infectadas por la bacteria y desarrollar síntomas de enfermedad. Del mismo modo se conocen cerca de 40 especies de insectos vectores de este organismo en todo el mundo. Aunque la bacteria sólo se había descrito en un principio en el continente americano, en el año 2015 también fue identificada en algunos países asiáticos como Irán o Turquía. Igualmente, también se identificó en viñedos de Kosovo. Sin embargo, la zona en la que se detectó fue el área afectada por la guerra de los Balcanes y la presencia de la bacteria no se ha podido constatar con posterioridad. También existen referencias de que haya llegado a Francia, a partir de material vegetal importado desde América, como vides o plantas de café, si bien estas plantas se han interceptado y eliminado a tiempo.

La investigadora Blanca B. Landa, del Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y vinculada al Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3) -en el que está integrado la Universidad de Córdoba-, viajó a Italia cuando se dieron a conocer los primeros casos para conocer de primera mano los efectos de esta bacteria y decidir qué medidas preventivas debían tomarse. Landa señaló que la bacteria ataca el xilema de las plantas, es decir, el tejido vegetal por el que circulan el agua, las sales minerales y otros nutrientes desde las raíces hasta las hojas; como consecuencia la planta deja de transportar estos elementos y los brotes y ramas se secan progresivamente.

"La mejor forma de combatir la acción de esta bacteria es evitar que se introduzca en áreas que están libres de ella, y establecer medidas de cuarentena y aislamiento como las que se aplican en humanos en el caso del ébola", explicaba entonces la experta investigadora.

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