La segunda fase los trabajos llevados a cabo en diciembre en el sector sureste de la Almedina de Baena, bajo la dirección de Fernando Javier Tristell, han arrojado a la luz la existencia de una segunda murada. Concretamente, los trabajos han consistido en cuatro sondeos para determinar el trazado de un segundo recinto amurallado que discurriría alrededor del primer anillo y que se uniría a éste por la Torre del Sol.

Una vez obtenidos los resultados preliminares, se ha podido confirmar que se trata de los restos de lienzo de una segunda muralla, con una altura de más de cuatro metros y un grosor de 1,20 metros en la zona excavada. Es una obra de mampostería unida con argamasa de cal y arena muy similar a la de las torres documentadas en la primera fase. De igual forma, en la cara interna de esta muralla se ha documentado una calle, con más de dos metros de anchura, que discurría paralela a la muralla y que por su extremo norte se dirige hacia la Torre del Sol, mientras que por el sur apunta hacia el Barrio del Corralaz.

El arqueólogo municipal, José Antonio Morena, destacó ayer que "los resultados apuntan a que este segundo recinto amurallo pudo erigirse durante los siglos XIII o XIV para contener una zona de arrabal, construido a partir de aterrazamientos sobre muros de contención, para solventar los problemas de ocupación de esta empinada ladera". Una ocupación intensiva, a juzgar por la alta presencia de estructuras asociadas a viviendas, que se sitúa cronológicamente entre los siglos XIII y XVII, según los materiales recuperados en los niveles de abandono

Por otro lado, se han localizado muros de contención o aterrazamiento y restos de viviendas construidas a base de cimentación de mampostería y alzados de tapial, cuya cronología se situaría entre los siglos XIV y XV. Ante estos descubrimiento, el arqueólogo señaló que "estos trabajos son de gran interés de cara a una futura puesta en valor y recuperación y porque algunos lienzos de muralla eran desconocidos hasta ahora o no estaban documentados".