Así como se acaba el verano y regresa el orden, de manera paulatina a la vida diaria, las ferias promocionales se van sucediendo en la provincia. Una detrás de otra. Tanto hasta llegar a fines de semana, como el presente, en el que la oferta se multiplica y la actividad en numerosos municipios de la provincia también. Todo con el mismo objetivo: mostrar ante la audiencia provincial lo mejor de cada casa. Este fin de semana se puede recorrer de norte a sur la provincia de Córdoba para ir de feria en feria promocional, en las que los productos estrellas son la ganadería y la agricultura, pilares básicos de la economía doméstica del entorno. Se trata de muestras más que consolidadas y que año tras año intentan superar su número de visitantes -es todo un reto para las organizaciones eso de poder clausurar la cita con la satisfacción de haber superado la cifra de personas que pasan por los expositores, ávidos de información y también de algún que otro regalo promocional-.

Y es que, todas las muestras, pero sobre todo, los responsables de los expositores, esos empresarios que dan a conocer las bondades de sus productos durante todo el fin de semana ante un público que es de lo más variopinto, buscan rentabilidad, buscan negocio, nuevos clientes, buscan destacar frente al otro y buscan, también, satisfacer al cliente. Son quienes se exponen y quienes se la juegan realmente en estas muestras y en las que buscan mejorar sus beneficios.

A saber, hasta un centenar de expositores se dan cita hasta hoy en una de las muestras con más tradición en Córdoba, como la de Agropriego, que cumple su 37 edición y que el año pasado recibió algo más de 40.000 visitas. Una feria que con el paso de los años se ha ido profesionalizando a base de esfuerzo. Dirigida especialmente a los agricultores, la feria prieguense da a conocer las últimas novedades del sector, y en ella se genera un importante volumen de negocio entre expositores y clientes. Un factor clave en el que se pone de manifiesto el concepto anglosajón del que tanto se habla: win to win (ganar para ganar). Una técnica que se centra en establecer relaciones en las que ambas partes ganen, es decir, en la que el cliente gana, pero también el empresario y que se basa en un beneficio mutuo para ambas partes. Y así es como funciona, en parte, una muestra de la que todos intentan obtener beneficios. Tanto los propios organizadores, como el resto de sectores implicados en su desarrollo, que van desde la propia hostelería, hasta, por ejemplo, las arcas municipales. Al final, todo es eso del win to win, y en el que todo político que se precie busca su espacio para salir en la fotografía inaugural.

En Montemayor también se han sumado a la organización de muestras y este año, por primera vez, tiene lugar el evento Paxera, que también concluye hoy y con el que se promociona el proceso de elaboración del pedro ximénez, caldo singular de la Denominación de Origen Montilla-Moriles. Otra muestra multisectorial que habrá que añadir a partir de ahora al calendario de ferias comerciales de la provincia. En Montilla, por su parte, este fin de semana se celebra la Fiesta del Vino y de la Tapa, otra cita promocional en la que diversos restaurantes y bodegas de la localidad ofrecen sus vinos y tapas para degustación, y con la que demuestran el maridaje entre los vinos de la comarca y la cocina tradicional.

Y desde la Subbética, pasando por la Campiña, la ruta de las ferias promocionales de Córdoba llega hasta el Valle del Guadiato, más en concreto, hasta Fuente Obejuna, localidad en la que tiene lugar la XXXV feria Agrícola y Ganadera y la XVII Agroalimentaria (FAGA). Una cita en la que se subastan hasta 250 ejemplares de ovino selecto y donde participan la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Merino y la española de Criadores de Ovinos Precoces. Una muestra, por tanto, bien centrada en sus objetivos ganaderos y que atrae a numeroso público de la provincia, pero también de la vecina comunidad extremeña. Desde la que también se acercan a Torrecampo, que este año estrena su propia Feria Agropecuaria en el recinto ferial, en el que hay cabida para expositores agroganaderos y agroalimentarios, además de carpas para ganado y una zona para maquinaria agrícola.

En definitiva, una suerte de ferias promocionales -en su mayoría agroganaderas- con la que mostrar, al tiempo que reivindicar, lo mejor de la provincia.