Cultura

El Prado exige más dinero público

El Museo del Prado presentó ayer su hoja de ruta para los próximos cuatro años tras la reciente aprobación por parte del Real Patronato de la institución de su nuevo plan de actuación plurianual, el primero de la etapa de Miguel Falomir como director de la pinacoteca. En dicho documento se pone de relieve que el futuro inmediato del Prado está marcado por la conmemoración de su bicentenario en 2019, efeméride que ha sido considerada de excepcional interés público por la Ley 48/2015, de 29 de octubre de Presupuestos Generales del Estado, lo que la convierte en un reto para la institución, implicando el diseño de un programa conmemorativo con una duración de tres años cuya financiación requerirá un mayor esfuerzo para la captación de recursos económicos de la sociedad civil y la implicación de la misma a través del mecenazgo, incentivado por las ventajas fiscales que se derivan de la citada Ley. La programación completa de los actos del bicentenario será objeto de una presentación especial en los próximos meses.

En paralelo a esta importante celebración, el museo afronta una nueva ampliación física con la incorporación del Salón de Reinos, cuya adscripción en octubre de 2015 le ha permitido ya la puesta en marcha del proyecto de rehabilitación arquitectónica y adecuación museística del edificio, actualmente en fase de redacción de proyecto definitivo. La ejecución integral de este proyecto, así como el posterior equipamiento del edificio, incluyendo la definición de las correspondientes exposiciones temporales y/o permanentes que hayan de ocuparlo, serán por tanto también objeto de este plan de actuación previo a la puesta en funcionamiento de los nuevos espacios, que corresponderá ya al próximo plan cuatrienal.

Junto a estos dos hitos, que han marcado la necesidad de diseñar dos programas de actuación extraordinarios complementarios, el Plan de Actuación 2017-2020 quiere dar continuidad a los programas de trabajo desarrollados ya en el anterior: la colección, el Centro de Estudios, las exposiciones, el visitante y Prado Digital, a los que como novedad se suma ahora el programa de Gestión de Calidad, que prevé la adaptación del museo a los nuevos requerimientos exigidos al sector público para su adecuación a normativas europeas y españolas que persiguen la centralización y la optimización de recursos.

En su dimensión de mayor proyección pública y exterior, las exposiciones temporales, el plan arrancará el próximo martes con la apertura de la exposición Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico, continuando en octubre con el proyecto Cai Guo-Qiang en el Prado. El espíritu de la pintura, tras el que, también dentro del año en curso, se presentará Mariano Fortuny y Marsal (1838-1874). Ya en 2018, el programa de exposiciones temporales incluirá, entre otras, las dedicadas a Rubens, pintor de bocetos, Lorenzo Lotto. Retratos y Bartolomé Bermejo.

En materia presupuestaria y al margen de las necesidades especiales de financiación del Salón de Reinos, el plan prevé recuperar paulatinamente parte de la aportación del Estado perdida durante los años anteriores hasta conseguir un equilibrio de corresponsabilidad financiera sostenible que se plasmaría al alcanzar, en 2020, un presupuesto de gasto cercano a los 50 millones de euros (un 7,51% más que el presente ejercicio, en el que fueron 45 millones), de los que 20 serían aportados por el Estado y 30 autogenerados.

Ello daría como resultado un 40% de aportación pública y un 60% de autogestión del museo, un porcentaje "ideal" según declaró ayer el nuevo director del Prado, que presentó estos datos junto a Marina Chinchilla, directora adjunta de Administración de la pinacoteca.

"Hemos encontrado receptividad en el Ministerio para aumentar los presupuestos pero todavía no puedo concretar cifras", avanzó Falomir, que precisó que las obras del Salón de Reinos supondrán un gasto de 30 millones más IVA, aunque todavía desconoce la programación y el dinero que costará. "No lo sabremos hasta que no sepamos qué vamos a hacer con él. Yo llevo diez días en mi cargo. En breve daré una explicación sobre para qué va a servir", precisó.

El nuevo director del Prado también dijo que se quiere atraer al museo a un público más joven con un plan de educación y que "se desbloquearán las medidas de contención de gastos".

Esto quiere decir, matizó Chinchilla, que "se relanzará la cobertura de plazas para cubrir las necesidades de crecimiento y modernización y se recuperarán las obras de mantenimiento y el ritmo de las actividades".

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