Cultura

Panes, peces y cuerdas gordas

No es el de bajista un papel de los más agradecidos dentro del circo del rock and roll. Su presencia pasa no pocas veces desapercibida (no por falta de cualidades) y su salto a famas y glorias requiere de un ahínco mucho más exagerado que el de guitarras, saxos o baterías, por poner ejemplos. Sin embargo… ¿quién no conoce a Pepe Bao? Músico de sesión con los mejores, funkiniano de pro, alabada su presencia en O'funkillo o Maneta de Camioneta, amo de las cuerdas gordas… Tal personaje tan sólo podría rodearse de lo mejor para desbarrar y fomentar su acercamiento a lo arriesgado. Y así se presentó en Córdoba, con un trío completado por Cides y Blavia que causó admiración y regocijo en el no muy numeroso público que acudió a escucharles.

La atrayente y personal técnica de bajo de Bao, siempre innovadora, enérgica y ansiosa, se conjugó con la novedosa presencia de un instrumento inusual como es el Capman Stick, a cargo de uno de los pocos ejecutantes del mismo que existen en el mundo, tal vez el mejor: Guillermo Cides, que no pisaba el festival por primera vez. Su habilidad para arrancar chispas de color y sabor a tal artilugio sonoro de diez cuerdas ensimismó a la galería, absorta en la forma en que el stickista profundizaba en la capacidad de conjunción de bajo y guitarra en un solo instrumento, en esa forma pianística de tocarlo, sin despreciar su vertiente percutida, ejecutando bajos, acordes y melodías de forma simultánea. Cuatro en uno, y los cuatro con buenas razones para ser disfrutados. Roger Blavia, percusionista sobradamente acreditado, puso por su parte los acentos necesarios para rematar una faena que ni desechó géneros ni descartó influencias a la hora de dejarse llevar. Esa noche se dieron la mano halos de lo experimental, lo atmosférico, lo progresivo, lo jazzero, lo clásico, lo funky y otras muchas expresiones musicales que apabullaron por su locuacidad y frescura. Lo que parecían tres instrumentos se multiplicaron sobre el escenario cual panes y peces atados con cuerdas gordas.

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