Cultura

De la Iglesia inaugura el Festival de Málaga con un 'thriller' sobre el miedo

  • El realizador presenta un filme protagonizado por Mario Casas, Blanca Suárez y Terele Pávez, entre otros actores

álex de la Iglesia fue el encargado de inaugurar ayer el vigésimo Festival de Cine en Español de Málaga con su última película, El bar, un thriller sobre los miedos contemporáneos que nos atenazan y cómo las personas pueden llegar a actuar en una situación límite.

¿Cambia el miedo a las personas o, por el contrario, les hace mostrarse como realmente son? Esa es la pregunta que plantea esta película con un reparto coral en el que están Mario Casas, Blanca Suárez, Carmen Machi, Terele Pávez, Secun de la Rosa, Jaime Ordóñez, Joaquín Climent y Alejandro Awada.

Son las nueve de la mañana y un grupo de personas desayuna en un café del centro de Madrid. Al salir una de ellas por la puerta, recibe un disparo en la cabeza, pero nadie se atreve a socorrerlo. Están atrapados dentro del bar.

Para De la Iglesia, la película es "una de estas de quién es el asesino, de averiguar si está fuera o dentro, y al mismo tiempo una comedia, que habla también de cómo nos sentimos ahora, cómo vivimos el miedo y cómo cambia nuestras vidas".

La historia brotó cuando España vivía atemorizada "por una enfermedad muy importante" y una amiga del director estaba en el hospital "donde estaba ocurriendo eso".

"Al despedirnos, no me atreví a darle un beso. Ahí surgió la película", desveló De la Iglesia, que quería plasmar "esta sensación de inestabilidad general en la que te preguntas cómo reaccionarías en una situación como esta".

Para el cineasta, "en la vida, los buenos quizás sean malos disfrazados, los más inteligentes, porque muestran una estrategia más maquiavélica para quedar ellos bien y que seamos los demás los que nos equivocamos en la dirección que ellos quieren".

En El bar invita a descubrir "quién va a traicionar a los demás en una situación de supervivencia en la que somos capaces de pisar hasta a nuestra madre para salir de una posibilidad de muerte".

De la Iglesia vuelve a ambientar una historia en un bar como en su corto Mirindas asesinas, pero entre ambas está toda su vida, y el espíritu "sigue siendo el mismo".

"Del chico que hizo aquella queda prácticamente todo. No creo en la madurez, creo en el desgaste, porque lo más interesante de tu personalidad se construye cuando tienes entre 18 y 25 años. Hay un proceso que unos llaman de maduración, y yo de contraste con la realidad. No es que sepas hacer las cosas, sabes evitar los golpes", indicó.

Para Blanca Suárez, trabajar con De la Iglesia supone como actriz que le exijan "darte la vuelta como un calcetín y vomitar todo lo que hay dentro", y Mario Casas cree que la película "transmite, se puede tocar, se puede oler, y el espectador lo pasa mal y se ríe".

Secun de la Rosa agradece este papel que al principio puede parecerse a otros por los que el público le conoce, "pero a mitad de la película empieza a tener otras aristas", y considera que ser elegido por De la Iglesia es como "estar en una colección de cromos maravillosa".

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