Antonio Zurera (Aguilar de la Frontera, 1957) es dibujante y animador. Comenzó su carrera profesional en Madrid colaborando en series para Hanna-Barbera. Más tarde trabajó para los Estudios Moro. En 1982 creó su propio estudio de animación, Milímetros Dibujos Animados, S. A. En 2005 comenzó a dirigir el Festival Internacional de Animación Animacor, cargo que ocupa sin abandonar su faceta creadora. Acaba de estrenar un largometraje: RH+, el vampiro de Sevilla.

-¿Cómo ha crecido el festival en estas tres ediciones?

-Ha crecido desde el miedo y la incertidumbre de no saber si íbamos a ser capaces de crear, desarrollar y llevar adelante un evento de este tipo, un festival de animación que tiene que ver con el cine y el audiovisual, porque hay muchos festivales importantes. No sabíamos si éramos capaces de capitalizar la atención del sector. Su crecimiento se advierte por ejemplo en el jurado. Este año tenemos como presidente a David Silverman, que es el director de la película Los Simpson y de algunos de sus episodios y de Monsters SA de Pixar. Cada vez tenemos un jurado más importante a cuyos integrantes llamamos y vienen con mucho gusto. Eso significa que Animacor, a pesar de ser un recién nacido porque cuatro años no es prácticamente nada, tiene un poder de convocatoria más allá de lo que habíamos imaginado. Hay que tener en cuenta también que este año hemos recibido más de 300 películas a concurso, aunque ha habido que hacer una selección y nos hemos quedado con 56. Eso dice mucho. Y sobre todo, lo más importante es que el objetivo fundamental de Animacor, cuando la asociación nació hace cinco años (aunque el festival lleve cuatro), era que desde Andalucía se pudiera hacer animación. Cinco años después se estrenan tres largometrajes producidos y desarrollados en Andalucía. Al festival se han presentado 13 cortometrajes y una serie de televisión andaluces. Eso era un sueño casi el año pasado. ¿Qué quiere decir? Que hemos cumplido con creces nuestros objetivos. Sólo pido que en el futuro sigamos siendo igual de eficaces.

-¿Qué objetivos de los planteados con la creación de Animacor quedan pendientes?

-Insistir, seguir insistiendo, ese es el principal objetivo, y sobre todo ser mejores en cada edición, algo que no es baladí. Es dificilísimo mejorarse en cada edición, de hecho no sé si en esta seremos capaces de hacerlo mejor que en la anterior. Naturalmente, esa es nuestra obligación y nuestro deseo.

-¿Cuáles son las principales novedades de esta edición?

-En general hemos repetido el mismo tipo de actividades porque hasta que un festival no está realmente consolidado no llega el momento de seguir experimentando. Obviamente ideas hay a montones, miles, cientos de ideas que llevaremos a cabo si seguimos existiendo con el mismo éxito. Lo que intento recalcar es que la verdadera novedad, la más importante es que se estrenan en el circuito comercial de toda España tres películas realizadas y producidas en Andalucía, algo que hace cinco años nadie se imaginaba puesto que la industria de la animación andaluza ni siquiera existía. Deseamos que en años sucesivos se estrene una cada año, aunque ojalá fueran tres.

-En el sector de la animación, ¿qué lugar ocupa Córdoba?

-De momento no ocupa un lugar definido. Intentamos ocupar un lugar y eso es más que suficiente. Hay que tener en cuenta que dentro de Andalucía hasta ahora es en Córdoba donde más películas se han producido, tres en total; por lo tanto es importante, pero se entiende que es el futuro el que va a decidir. Es un proceso a largo plazo que requiere 15 ó 20 años hasta que sepamos si hemos sido capaces de consolidar una industria, un sector económico y cultural; es decir, crear gente que se pueda dedicar a esto. Nuestros productos tienen que ser universales, no soy partidario de que tengan connotaciones andaluzas propiamente dichas. Digo esto y parece una contradicción, puesto que en la película que he estrenado este año los personajes son andaluces, pero eso no tiene importancia, al final lo que cuenta es la historia.

-¿Cómo ayuda Animacor a abrirse camino a este sector?

-Es protagonista de esta iniciativa, dado que antes de que nosotros empezáramos con Animacor no existía la industria. Hoy día empieza a existir, que ya es mucho en tan poco tiempo.

-¿En qué tiene que mejorar la animación andaluza?

-En lo mismo que el resto de la animación. Requiere formación fundamentalmente, es decir, que los profesionales se formen en centros institucionales, que no los formemos necesariamente desde el principio en las empresas, puesto que eso es algo que las empresas y las productoras como tales no podemos asumir. Necesitamos que nos vengan mínimamente formados. Para eso hace falta desde mi opinión la creación de un centro que forme en Andalucía y además a nivel europeo, obviamente que tuvieran preferencia los andaluces.

-Hace unas semanas se estrenó RH+. ¿Cómo ha sido la aceptación del público?

-RH es una película extraña porque ha intentado contentar a los niños y a los padres que los llevan al cine y también pagan la entrada. Para mí ha sido una apuesta personal en la que he intentado hacer una película con total libertad, sin condicionamientos comerciales. Creo que lo he conseguido, puesto que en el Festival de Toronto he conseguido el premio a la mejor película de animación, fue finalista en el Festival de Seúl y las críticas han sido excelentes. Entiendo que es una película diferente y puede sorprender.