Ana Boyer y Fernando Verdasco ya lo tienen todo preparado para su boda, que se celebrará este viernes en la isla caribeña de Mustique. La pareja ha vendido la exclusiva de su enlace, por lo que la ceremonia se mantendrá en la intimidad. Los novios han elegido la paradisíaca playa de Macaroni para casarse y contarán con medio centenar de invitados.

El clan Preysler no celebra una boda desde que Julio José dio el 'sí quiero' a Charisse Verhaert en 2012. La mayor parte de invitados compartirán alguna de las 87 villas que salpican esta isla privada propiedad de la Mustique Company, con nutrida oferta hotelera en sus escasos 5,7 kilómetros cuadrados, algo menos que el distrito barcelonés de Les Corts y un poco más que el distrito madrileño de Retiro. El dress code de los invitados no contempla en absoluto chaqué, esmoquin o siquiera corbata. La vestimenta será casual, y mientras las señoras podrán lucir vestido corto, la mayor parte de ellos se decantarán por el outfit propio en un evento caribeño: camisa blanca, blazer azul marino y pantalón camel. Como ya se ha publicado, Ana vestirá de Pronovias y Verdasco, de Pedro del Hierro. El desplazamiento a un lugar tan lejano y con tanto aeropuerto de por medio lleva, naturalmente, el sello Preysler. No tanto por Isabel sino por la propia Ana. Cierto es que Isabel y Mario Vargas Llosa han disfrutado como pareja de la lujosa tranquilidad de la isla, pero es la novia la que guarda un recuerdo entrañable de una isla que conoció con su padre, Miguel Boyer, y en la que fue muy feliz durante su infancia y adolescencia. De algún modo, se trata de un personal homenaje al ex ministro, fallecido en septiembre de 2014.

Los novios, que se conocieron en Ibiza durante unas vacaciones en 2013, pondrán el colofón a su bonita historia de amor este viernes en Mustique. Han buscado un lugar íntimo para la celebración y para pasar unos días en tranquilos junto a sus invitados, quienes deberán encargarse de pagar su propio billete de avión, ya que el resto de gastos corren a cargo de la pareja. Aunque sólo el viaje se calcula que cuesta en torno a los 1.400 euros; y luego, regalo e indumentaria para la ocasión aparte.

La isla de Mustique es conocida también por ser destino preferente de famosos como David Bowie, que s e construyó allí una mansión en los 80, y royals como los duques de Cambridge, quienes han pasado varias veces allí sus vacaciones de invierno. La privacidad y sus paradisíacas playas, como es el caso de Macaroni -escenario del enlace del viernes- son sus grandes ventajas.