El intelectual y economista Ernst Friedrich Fritz Schumacher predicaba que “lo pequeño es hermoso”. Y razón no le faltaba si esa máxima se la aplicamos al patio de Tafures, 2 –el más pequeño del concurso–. Ubicado junto a la iglesia de Santa Marina, su visualización desde la ventana que da a la calle es muy recomendable;s obre todo al caer la tarde.

Sus espacios están muy bien aprovechados por Francis Serrano a la hora de su decoración y de su diversidad floral. En el recinto, una gama de plantas tradicionales y exóticas descienden al pavimento, de chino cordobés y ladrillos, donde una fuente blanca enmarcada en un hexágono de ladrillos, evoca el legado mozárabe.

A un lado, el porche adintelado, con elementos de la segunda mitad del XIX, y una colección de restos históricos –basas y capiteles, restos del palacete de Las Antas en la Sierra de Córdoba–, además de aperos, lebrillos, orzas, colecciones agrícolas de Carcabuey, legados por los antepasados de Francis.