Su solería de mármol blanco, la extraordinaria iluminación que tiene, la disposición de los arcos y la configuración del Patio Blanco –llamado así por todas esas características–, pueden extrañar al visitante en esta zona de patios antiguos y castizos de Alcázar Viejo.

Ángel Araujo (padre) es un enamorado de la mineralogía, algo de lo que queda constancia en este moderno recinto que pertenece a una casa reconstruida en 1993, sobre una antigua Taberna del Mendrugo de la calle San Basilio. La casa conserva herrajes y restos arqueológicos de hasta más de 2.000 años; además cuenta con una impresionante colección de piezas de cuarzo y cristal de roca.

El patio de San Basilio 15 está diseñado arquitectónicamente con arcos morunos, de medio punto y cuenta con chino cordobés. Su luminosidad le da más verdor aún si cabe a las plantas y hace que las flores destaquen con mayor viveza; la hiedra, por ejemplo, ya abarca tres arcos; otras de mediano porte han ido tapando cada año las tapias blancas, entre especies tradicionales como gitanillas y geranios; y singulares como los magníficos acantos o el clavel de aire, que crece colgado sin tierra.