Toda Holanda sueña con un nuevo festival naranja mañana en Berna ante una Francia que, tras el empate inicial, no se puede permitir una derrota si no quiere quedar fuera de la Eurocopa de manera prematura.

Después de que Holanda celebrara el 3-0 contra Italia, campeona del mundo, ahora quiere repetir gesta ante la subcampeona. Un nuevo triunfo situaría a los oranje ya en cuartos de final a pesar de la dureza prometida en el Grupo de la Muerte.

El triunfo ante Italia ha provocado mucho trabajo al técnico, Marco van Basten, para contener la euforia de sus jugadores.

"Para ser favorito hay que hacer más que un buen partido. Tenemos que poner otra vez los pies en el suelo", dijo el ex jugador, que tendrá la buena noticia de la recuperación del extremo zurdo Arjen Robben.

"Está bien y puede jugar", confirmó hoy Van Basten sobre el jugador del Real Madrid.

De manera muy diferente comenzaron los dobles campeones de Europa franceses tras el empate sin goles ante Rumania. "Ya hemos usado el comodín. Un triunfo ante Rumania hubiera sido más fácil", lamentó Franck Ribery en vistas del duelo con Holanda, una de las favoritas al título. Luego, el equipo tricolor se medirá a Italia.

El defensa del Barcelona Eric Abidal pasó toda la presión a Holanda. "El peligro está del lado del rival. Por lo visto en el partido ganado contra Italia, fue muy cómodo. Eso se puede volver en su contra", señaló.

El previsible regreso al ataque del convaleciente Thierry Henry ayudará a Francia a tener más peligro ofensivo. El dato de sólo cuatro goles en los últimos seis partidos documenta la dificultad para batir el arco contrario que tienen los de Raymond Domenech. Sólo con la fuerza defensiva y el músculo no será posible que puedan batir a Holanda e Italia.

Y eso lo sabe Domenech, que está pensando en variar el sistema y darle a Ribery el puesto en el centro del medio campo que ocupaba Zinedine Zidane. "Jugaremos contra Holanda para ganar, no para no perder", dijo el técnico.

Quien sí encontró el juego ofensivo fue Holanda ante Italia, con una mezca de efectividad y de estética con la que quieren de nuevo superar a la defensa "bleu". Y para ello se suma a la causa Robben, baja ante el equipo "azzurro". Aunque no parece probable que Van Basten cambie lo que tan bien le fue el lunes.

"Es un lujo de problema. Siempre es difícil hacer cambios después de un partido así", dijo. Además de la recuperación de Robben, Robin van Persie ya se encuentra al 100 por ciento.

Berna será de nuevo lugar de peregrinación para miles de fans holandeses, que tomarán la ciudad y la teñirán de naranja.

Para evitar que al igual que el lunes 100.000 personas colapsen la "milla de aficionados" donde se puede ver el partido en pantallas gigantes, las autoridades han habilitado una tercera zona.