-¿Qué tiene el género negro que consigue tantos fieles?

-Supongo que tiene mucha conexión con la realidad, con las cosas que suceden en la calle y con personajes que no están sacados de la aristocracia sino de un bar. Eso, unido a la intriga o al morbo que todos sentimos por el tema criminal, hace que tenga muchos seguidores.

"Lo que pasa en las novelas negras es una estupidez comparado con lo que tenemos en la realidad "

-Quizás todos tenemos guardado ese punto negro y criminal...

-No, no lo creo. A todos nos parece un juego una novela negra pero enfrentarse a un crimen es una cosa muy diferente.

-¿Qué le seduce a usted de este género como escritora?

-Que permite muchísimas variables: sentido del humor, psicología de los personajes, observación de la realidad, crítica... Es un género abierto, lo único malo es que tiene que tener un muerto necesariamente. Pero qué le vamos a hacer [risas].

-Gracias a la saga de Petra Delicado se ha convertido en la autora noir por excelencia. ¿Qué tiene que tener un personaje para que no se extinga a lo largo de tantas entregas?

-No tengo la menor idea; lectores supongo [risas]. Creo que he tenido muy presente no agotar el filón, no ponerme a escribir dos novelas de Petra Delicado al año como se me propuso algún editor al principio. Poco a poco he ido introduciendo otras novelas de temática no negra y no he saturado a mis lectores. Petra es además una mujer con sentido del humor, con una cierta humanidad -hay mujeres que por muy bruta que sea Petra se sienten identificadas con esa mujer fuerte-.

-De hecho en el género negro, los protagonistas suelen ser hombres y de los de cigarrillo en boca y barba de dos días. ¿Qué aporta una protagonista femenina a una novela noir?

-Yo creo que observación, las mujeres somos grandes observadoras. Todas lo somos. Y los detalles, las precisiones y las sutilezas las captamos con gran facilidad. Quizás hay menos escenas de acción en los libros de las escritoras pero en la observación de personajes y situaciones es un aporte importante el que hacemos.

-Quizás resulte más importante eso en una historia de intriga que la violencia...

-Bueno, no lo sé. Por ejemplo, los nórdicos tienen ahora muchísimo éxito y hacen unos crímenes espantosos: rajan a sus muertos de arriba a abajo, los cortan a trocitos... y a la gente le gusta. ¡Quién sabe!

-Una vez en el mundo nórdico, ¿qué le parece la trilogía de Millenium?

-Bueno, los tres del autor que murió los leí pero ahora las de su sucesor, que dicen que están muy bien, no las he leído. No lo sé, es un prejuicio. Esa trilogía fue un bombazo y le infundó nuevos ánimos a la novela negra europea.

-Fue todo un éxito, no sé qué opinión tiene usted sobre los best sellers...

-Hombre, hay de todo. Por ejemplo, a raíz de Millenium surgieron muchísimos autores también nórdicos y algunos son buenos y otros son una basura, desde mi punto de vista, aunque tengan éxito. Por eso no siempre vender mucho es una garantía de calidad.

-Volviendo a Petra, ¿qué parte queda de Alicia en Petra y viceversa?

-La mejor [risas]. Vamos a ver, yo tengo sentido del humor como Petra, no tomo las cosas de una manera muy importante y también tengo alguna vez mala uva como ella... Pero Petra más ¿eh? [risas]. Desde luego, hay una cosa que yo no tengo y tiene Petra que es la valentía, yo no hubiese sido nunca policía porque no soy tan valiente como para enfrentarme a ese mundo tan oscuro.

-¿En la vida real hay mucho género negro?

-¡Y tanto! Las novelas negras son una estupidez comparado con lo que hay. Desde la política, las finanzas... en todos lados surge de repente ese lado oscuro. Que la ficción no llega nunca a la altura de la realidad en el fondo es verdad.

-Se podría crear un subgénero del negro que se dedicara a los delitos económicos y a la corrupción.

-Sí, lo que pasa es que lo que ocurre con eso es que al final resulta aburrido porque lo vemos tanto en la realidad que nos aburrimos, además el dinero es un móvil la verdad bastante chapucero. ¡Yo prefiero los crímenes pasionales y las venganzas! Cosas como más culebroneras [risas].

-¿Sobre qué tema de actualidad cree que nacería una buena novela negra?

-Cualquiera. La situación de Cataluña en estos momentos, la financiación del Partido Popular... ¡Hay tantas cosas que te superan! Pero pasan, las vemos y no pasa nada.

-¿Cree que existe el crimen perfecto?

-No tengo la cifra actual pero el último dato que me dio la Policía fue que un 20% de los crímenes no se resuelven, entonces habría que presuponer que sí.

-¿Se ha llegado a inspirar en algún caso real?

-En uno completo no. Pero tomarlo como inspiración y luego variarlo sí.