La inmobiliaria Martinsa-Fadesa lanzó en el día de ayer un mensaje de tranquilidad a sus clientes. El mismo confirmaba que la compañía se pondrá en contacto con ellos para asegurar que todas las viviendas que están ya firmadas serán entregadas, a pesar del concurso de acreedores. Al mismo tiempo, la empresa de Fernando Martín apuntó que el objetivo de acudir al concurso voluntario radica en "salvaguardar los intereses y compromisos adquiridos con los clientes".

En la misma línea se pronunció el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, quien afirmó que el Gobierno "echará una mano a las familias que se verán afectadas" por el concurso de acreedores de Martinsa-Fadesa, eso sí, "dentro de los límites de la Administración del Estado para poder intervenir". Además, indicó que la ayuda responde a que "habrá que garantizar a las familias que tenían depositado dinero de la entrada, o a las que estaban en expectativa de poder comprar, que su dinero no corre riesgo y que sus viviendas se van a adquirir".

El Ministerio de Vivienda anunció ayer que no terminará de perfilar el plan de compra de suelos a inmobiliarias y promotoras a través de concurso público hasta otoño. Niega así la posibilidad de que se apruebe antes de finales del mes de julio, como se deducía de las declaraciones de José Blanco, en las que afirmó que el Gobierno tomará una decisión "de forma rápida".

Por otro lado, la ministra de Vivienda afirmó que la iniciativa no guarda relación con el caso Martinsa-Fadesa, pese a que el ministro de Industria la anunciara un día después de que la inmobiliaria presentase la suspensión de pagos.