España ha entrado en recesión en el cuarto y último trimestre de este año. Así lo apuntan los últimos datos preliminares del Ministerio de Economía, que reflejan una "acentuación del debilitamiento" de la actividad, y apuntan a que la economía española ha intensificado en los últimos meses el "proceso de ajuste" iniciado a mediados del pasado año.

El departamento que dirige Pedro Solbes indica, en la Síntesis de Indicadores Económicos, que la pérdida de vigor de la actividad económica responde al "progresivo debilitamiento" experimentado por la demanda nacional a lo largo de este año, reflejo del cambio de tendencia sufrido por el empleo; el deterioro de la confianza de los agentes económicos; y el endurecimiento de las condiciones de financiación.

En este sentido, señala que el consumo privado ha intensificado en los últimos meses la tendencia de desaceleración iniciada a mediados de 2007, afectado por el endurecimiento de las condiciones financieras, el aumento de la incertidumbre, la destrucción de empleo y los efectos adversos que la caída de las cotizaciones bursátiles y la disminución en los precios de la vivienda están teniendo sobre las familias.

No obstante, subraya que la desaceleración del gasto interno se ha visto parcialmente compensada por un mejor comportamiento de la demanda externa neta.

Según Economía, la mejora de la contribución del sector exterior al crecimiento -en el segundo trimestre aportó ocho décimas al PIB, frente a las cinco del trimestre anterior- supone un "cambio significativo" en la composición del PIB, ya que, tras varios años de crecimiento impulsado por la demanda nacional, ha pasado a tener la demanda externa como motor principal.

Paralelamente, también ayer se conoció que la economía de Reino Unido podría sufrir una contracción del 2,9% el próximo año. Esta cota representaría el peor dato desde 1946, cuando el país se recuperaba de los efectos de la II Guerra Mundial, según los pronósticos realizados por los expertos del Centro de Investigaciones de Economía y Empresas. Esta negativa perspectiva se suma a la conocida el lunes sobre Alemania, para cuya economía se estima una contracción del 2,7% en 2009, lo que representará la recesión más grave desde 1974.