Quedan dos jornadas y sólo uno de los dos equipos cordobeses conseguirá el billete para los play off. Si hace apenas tres semanas ese puesto parecía propiedad del Cajasur, ahora se lo tendrá que jugar en una lucha fratricida con el Salsas Musa, que tras su derrota en el derbi ha recuperdo unas opciones que entonces parecían reducidas a la mínima expresión.

La ventaja sigue siendo para el cuadro granate, que depende de sí mismo. Al Cajasur le basta con lograr un triunfo de los enfrentamientos que le medirán al Balneario de Archena y al Molina, éste en el último partido de la fase regular en Vista Alegre. El problema es que desde su triunfo ante el Salsas Musa, el cuadro de Santi Gisbert ha desperdiciado las tres oportunidades de refrendar matemáticamente su clasificación para las eliminatorias de ascenso. Relajación, falta de actitud en momentos concretos y una plaga de lesiones que ha afectado a hombres clave han sumido al Cajasur en una dinámica negativa de la que tiene difícil escapatoria.

De hecho, y aunque lo tiene en la mano, el panorama granate no es nada fácil. Este viernes viaja a la pista del Archena del MVP Breet Beeson, un equipo que con un balance 21-9 ya tiene asegurada la segunda plaza de la fase regular. Ese dato puede hacer que los murcianos bajen el ritmo pensando ya en la primera ronda de los play off. De hecho, Santi Gisbert ya ha dejado claro que "quiero arreglarlo en Archena y no tener que esperar al último partido", pues el Molina llegará a Vista Alegre buscando un triunfo que le asegure el factor cancha. Jugársela a una carta sería un riesgo demasiado alto para un equipo que ya ha fallado en varias situaciones límite durante el curso.

El propio técnico granate se ha encargado de reconducir la peligrosa dinámica del equipo. En una larga charla en el vestuario el pasado lunes, Gisbert trató de recordar a sus jugadores "que es una tontería que después de conseguir algo importante lo tiren por la borda. Pensábamos que ya estaba todo hecho y que nos íbamos a meter en los play off por la gracia de Dios".

Si al Cajasur se le está haciendo eterna la recta final, al Salsas Musa se le ha reabierto la puerta de la esperanza después de sus dos sólidas victorias ante el Navarra y la pasada semana en la cancha del Gestibérica Vigo, ya campeón y ascendido a la LEB Plata.

Esos dos triunfos han cambiado la dinámica de un equipo que venía de ganar sólo uno de sus últimos ocho encuentros. Además, el calendario invita al optimismo, ya que este viernes recibe en Montilla al Mérida -es decimocuarto con un partido de ventaja sobre el Badajoz, y podría certificar la permanencia esta misma semana si los pacenses caen derrotados en Jerez- y cerrará la fase regular en la cancha del colista y ya descendido Tarragona. El camino parece más llano.

"El calendario nos favorece, pero primero tenemos que ganarle al Mérida y luego seguimos haciendo cuentas", apunta Eloy Almazán, que no olvida que "durante toda la temporada nos ha pasado lo mismo. Siempre que hemos hecho cuentas se ha fallado, pero parece que ahora estamos en un momento bueno".