fútbol segunda división b

La resaca de una triste tarde

  • El Córdoba y Quiles piden disculpas por los altercados del tramo final del choque ante el Mérida

  • El cuadro romano, igual de culpable, guarda silencio

Horas después del bochornoso espectáculo que protagonizaron los jugadores del Córdoba B y el Mérida en el duelo disputado en el Ciudad de Lucena que acabó con una gran trifulca cargada de imágenes tristes, la reacción de los protagonistas fue bien distinta por ambos bandos, al margen de la redacción del acta del valenciano Fernández Vidal, que a buen seguro deparará firmes sanciones para algunos de los protagonistas del altercado.

El primero en reaccionar fue el propio Córdoba, que emitió un comunicado público en el que quiso hacer patente su "disculpa". La entidad blanquiverde dejó constancia de que " bajo ninguna circunstancia está justificado el uso de la violencia ni en acción verbal ni física, por lo que condena cualquier efecto en ese sentido, mostrando su rechazo hacia lo sucedido". El CCF reiteró su "más sentido pesar por la imagen que proyectó nuestro equipo filial, un conjunto que hasta la fecha había liderado la estadística en juego limpio de su grupo en la categoría" y trasladó las disculpas de manera directa "al colectivo arbitral, en especial a la figura del colegiado que medió en la disputa, Francisco Javier Fernández Vidal, por las molestias ocasionadas y los momentos vividos en el terreno de juego y tras la contienda".

Eso sí, el conjunto cordobesista también quiso dejar constancia de que lo sucedido en el Ciudad de Lucena tenía más culpables que sus propios jugadores. Por eso, el CCF recriminó "la actitud de algunos jugadores del conjunto visitante, el Mérida, que, en gran medida, provocaron una situación que nunca debió de haberse producido tras increpar verbalmente y de manera insistente a los integrantes del equipo blanquiverde durante la disputa".

Otro de los tristes protagonistas de los altercados que provocaron el final del duelo, con gol legal anulado al Córdoba B y tanto del Mérida sobre la bocina, fue Alberto Quiles. El onubense ya se había disculpado a través de sus redes sociales por su actuación, y lo volvió a hacer en un vídeo que difundió el club, en el que aseguró que "llevaba una semana de tensión por el tema del partido y el propio partido hace que las pulsaciones te suban. Creo que la acción del gol es legal y todo eso se acumuló. Se me fue la cabeza cinco segundos, al momento me arrepentí, pero ojalá pueda volver pronto y seguir jugando al fútbol que es lo que me gusta".

Llamativa, por no decir otra cosa, fue la redacción del acta de Fernández Vidal, que señaló a Quiles y Jankovic por su "actitud amenazante" hacia él y sus asistentes, algo que corroboran las imágenes. Lo que también se puede observar en los vídeos del encuentro es la participación de muchos de los jugadores del Mérida en los altercados, e incluso las protestas de los jugadores romanos cuando Jordi Ortega consiguió el gol del 2-1, que finalmente fue anulado. Un futbolista del Mérida, de hecho, llegó a agarrar de la cara, en presencia del colegiado principal, al asistente que cubría la jugada en el ataque blanquiverde, sin que ese acto ni alguno otro quedara reflejado en el documento.

Atendiendo a la redacción del acta, en la que en ningún momento aparece descrito ninguno de los igualmente bochornosos actos protagonizados por algunos jugadores del cuadro visitante, el Mérida optó por guardar silencio sepulcral. Y es que los emeritenses, grandes beneficiados del esperpento, prefieren pasar página rápido y centrarse en su eliminatoria de play out.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios