Sólo cambió el escenario, pero poco más. Después de dos años con Sevilla como punto de partida, la presentación del Andalucía Cajasur se trasladó a Jaén, una ciudad donde la entidad financiera cordobesa tiene amplios intereses. "No es casualidad", refrendó Manuel Jiménez Barrios dando una palmada de complicidad a Salvador Blanco.

Todo lo demás fue muy parecido. Las mismas caras, mensajes calcados y esa sensación de primer día de curso. Actos como el de ayer son una extraña mezcla entre el formalismo del deporte profesional y los nervios de los principiantes. Así, políticos, invitados y compromisos varios se entremezclaron en un ejercicio de democracia con los familiares de los corredores júniors, que cámara en ristre buscaban la mejor imagen de su hijo.

También era alto el número de gente interesada en dejarse ver, cazadores de subvenciones que se movieron a sus anchas en una sala con una alta densidad de presas por metro cuadrado. Tener juntos a prebostes de la Junta y de CajaSur en un recinto cerrado era demasiada tentación como para dejarla escapar.

Suele suceder que en este tipo de eventos, los deportistas, que deberían ser los auténticos protagonistas, quedan relegados a un segundo plano por encorbatados ansiosos de colgarse medallas. Por eso, era refrescante la presencia de ex ciclistas como Abraham Olano, José Manuel Moreno, Pavel Tonkov o Luis Pérez, que no dudó en reconocer que en el Andalucía vivió "el mejor año de mi vida". Córdoba también estuvo presente con Rafa Lozano, Domingo García o Miguel Acasuso, atentos a las palabras de Juan Mari Guajardo, el mejor speaker de España que un año más quiso estar en la puesta de largo del Andalucía Cajasur.

Sólo la frescura del periodista Iñaki Cano salpicó un acto excesivamente protocolario: "Si lo hacéis bien, los mismo hasta os conceden una hipoteca barata".