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¿El cambio completo?

  • Con la gran novedad de Djukic en el banquillo, el CCF quiere confirmar su transformación con una primera victoria que refuerce su autoestima y le permita dar un salto en la tabla

Ya no está Ferrer en el banquillo, ahora manda Djukic. Y el cambio ha servido, al menos, para levantar el ánimo de un vestuario que empezaba a verlo todo demasiado negro. Porque el Córdoba es ahora mismo el peor de equipo de Primera División, el colista, el único que todavía no ha logrado ganar tras ocho jornadas. Pero nada que no sea irreversible, entre otras cosas porque la permanencia se encuentra a sólo un punto, precisamente la distancia que ahora mismo separa a los blanquiverdes de la Real Sociedad, el equipo que se presenta hoy en El Arcángel. Los donostiarras, que también andan ya en contactos con técnicos por si hubiera que cortarle el cuello a Jagoba Arrasate -suenan Pepe Mel y Juande- serán testigos de una transición que, con tan pocos días de trabajo, se espera que no sea muy brusca en cuanto a nombres, y lo más abrupta posible en cuanto a rendimiento y resultados. Sería la mejor noticia para que la noche más larga del año -ya saben que a las 3:00 serán las 2:00- pudiera vivirse por todo lo alto. Porque el cordobesismo ya lo merece.

El Córdoba tocó fondo el pasado sábado. No por la derrota en sí ante el Málaga, sino por la pésima imagen dada por un conjunto sin identidad ni alma. Eso le costó finalmente el puesto a Ferrer y ha traído a Djukic, un hombre al que desde el primer momento se le ha visto convencido de revertir la situación. Y lo mejor es que en los primeros entrenamientos ha encontrado la necesaria complicidad de los jugadores, que al fin y al cabo son los que tienen la llave del éxito o el fracaso. Las miradas ahora apuntan directamente a ellos, que esta noche, otra vez a horas intempestivas, tienen una nueva oportunidad para lograr el primer triunfo de la temporada, que a buen seguro significará el adiós al farolillo rojo y la salida de la zona de descenso. Esa es la única medicina posible para hacer bueno el cambio en el banquillo, para dar sentido a una transformación que tiene que empezar a reflejarse en los resultados.

De momento, no se espera que Djukic agite mucho el once. El reto primero ha sido entrar con suficiente fuerza en la mentalidad del grupo, hacerle ver que el objetivo sigue estando a tiro y que la solución está más cerca de lo que parece. Primer y necesario paso porque mientras que la cabeza no esté limpia por completo, el resto del cuerpo difícilmente podrá sacar lo mejor de sí. Además, tampoco ha habido tiempo para mucho más. El técnico serbio aterrizó el martes y hoy, apenas cinco días después, ya se sentará en el banquillo de El Arcángel convencido de poder alargar la victoriosa racha en sus estrenos -un empate y seis triunfos en sus anteriores siete aventuras profesionales como entrenador- para satisfacción de su nueva afición.

Como quiera que el tiempo juega en su contra, el CCF se ejercitará hoy por última vez, de nuevo a puerta cerrada en la Ciudad Deportiva. Será a las 11:30. Luego, los convocados se marcharán a un hotel para concentrarse hasta un par de horas antes del partido. Ahí se terminarán de pulir los detalles de un choque que debe significar el comienzo de una nueva vida, mucho más plácida que la vivida en los dos meses que se llevan de competición.

Djukic tiene a su disposición a 25 futbolistas, toda vez que el lateral Crespo es la única baja segura por lesión, así que tendrá que hacer siete descartes. Por lo que se ha podido traslucir de los entrenamientos, las únicas dudas que asaltan al serbio se concentran en la portería y el centro del campo. El relevo abre una puerta a Saizar, hasta ahora a la sombra de Juan Carlos, mientras que habrá que ver quiénes son los encargados de llevar la manija. Sí se da por segura la presencia de Campabadal y Pantic en defensa, así como la de Ghilas en ataque. A ellos se encomienda el cordobesismo para ver que el cambio es completo.

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