NATACIÓN · CAMPEONATO DE EUROPA EN PISCINA CORTA

El bronce que un día será oro

  • Rafa Muñoz se cuelga su segunda medalla en el Europeo croata al acabar tercero en la final de los 100 mariposa · Los 22.33 de la semifinal rebajan el récord de España que él mismo batió hace una semana

Rafa Muñoz completó su actuación en Rijeka con una medalla de bronce en los 50 metros mariposa, un metal que suma a la plata en el hectómetro del pasado viernes. El nadador cordobés sólo fue superado en la final por el francés Amaury Leveaux y el serbio Milorad Cavic, subiendo al podio con un crono de 22,48.

El nivel que ha alcanzado el cordobés es tal que ese bronce puede incluso saber a poco, después de las expectativas que había generado para esta prueba y del excelente rendimiento que ofreció durante toda la jornada de ayer en la piscina croata. Sin embargo, las dos medallas conseguidas y los tiempos marcados en Rijeka han encumbrado definitivamente al mariposista del Parque Cruz Conde entre los mejores especialistas del mundo.

Todo comenzó en las preliminares, cuando Rafa se clasifició cómodamente para las semifinales con el cuarto mejor tiempo (22,85), lejos de los estratosféricos 22,18 con los que el francés Leveaux batió su propio récord del mundo. El galo rebajó los 22,29 que consiguió ocho días antes en la final del Campeonato de Francia de Angers, una carrera en la que Rafa también nadó por debajo de la anterior plusmarca con 22,37.

Ya por la tarde, en las semifinales, el cordobés explotó con un 22,33 que mejoraba esa misma marca y se convertía en nuevo récord de España. Ese registro no sólo era el mejor de todos los finalistas, sino que ascendía hasta la tercera mejor marca mundial de todos los tiempos, sólo por detrás de los dos cronos de Leveaux.

Estaba claro que el francés era la gran amenaza, pues igualó los 22,33 de Rafa en semifinales. Por detrás, el croata Alexei Puninski  (22,63) y el ruso Evgeny Korotyshkin (22,78) se presentaban como alternativas, mientras que Cavic –el hombre que apartó a Muñoz del oro en los 100 y otro de los grandes favoritos– sólo se clasificó con el quinto mejor registro (22,81).

Ya en la final, Leveaux marcó distancias desde el principio dejando el interés en la lucha por los otros dos cajones de podio. El galo ganó con un excepcional 22,23 (ha hecho en una semana las tres mejores marcas de la historia), mientras que por detrás, Muñoz, Cavic y  Korotyshkin mantenían su particular pelea hasta los metros finales, después de que el nadador del CN Marsella acusara un mal viraje en el que perdió todas sus opciones al oro. En la última brazada, el serbio se adelantó al cordobés y dejó a Rafa sin su segunda plata del Europeo, al entrar con 22,36 por los 22,48 del español, que adelantó al ruso, cuarto con 22,51.

Si Rafa, que no llegó a sentirse cómodo en la final, hubiera repetido el tiempo de las semifinales, se hubiera colgado su segunda plata, aunque el bronce de ayer hará que siempre recuerde Rijeka como su consagración entre los grandes, con unos tiempos y una dimensión internacional que supera los dos bronces del pasado Europeo de Eindhoven.

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