Con el contador a cero y mucha ilusión, Julia Figueroa regresa a la competición diez meses después de caer gravemente lesionada de los ligamentos de su rodilla derecha. La judoca cordobesa vuelve en el Grand Prix de Túnez a los tatamis internacionales y lo hace con la ambición de recuperar el puesto predominante que ocupó en la categoría de -48 kilogramos antes de caer en el dique seco.

El camino para colarse entre las diez primeras mujeres de su peso a nivel mundial es largo, pues la lesión ha hecho que Figueroa descienda hasta el puesto 31 del ranking mundial. Pero la cordobesa es la primera en marcar un techo alto y por eso en Túnez su objetivo vuelve a ser meterse entre las mejores, más allá de que su tarea principal sea recuperar sensaciones e ir cogiendo ritmo de competición para una temporada que se prevé bastante exigente para la luchadora del Valencia Terra i Mar.

En Túnez, Julia Figueroa parte como sexta cabeza de serie, lo que le permitió quedar ayer exenta de la primera ronda en el sorteo celebrado tras el pesaje oficial. De esa forma, la cordobesa tendrá que esperar a su primera rival, que saldrá del enfrentamiento entre la francesa Blandine Pont -sin ranking mundial- y la británica Kelly Staddon -número 92-. Ambas parecen rivales asequibles para Julia, que sin embargo es consciente de que cualquier contrincante le puede poner las cosas complicadas en sus primeros combates del año. Con esa tensión, pero también plena de concentración y ganas saltará Julia al tatami del Sports Hall Menzah de la capital tunecina, en lo que será un volver a empezar tan complicado como apasionante para ella.