Córdoba CF

Emilio Vega: "Teníamos que hacer un cambio"

  • Emilio Vega justifica la destitución de Paco Jémez, de quien destaca su profesionalidad, por los malos resultados y la falta de reacción en los últimos partido

“Parezco Beckham”, bromeó Emilio Vega, cegado por los flashes y enfocado por numerosas cámaras de vídeo, mientras se sentaba en la sala de prensa de El Arcángel para explicar los motivos por los que un Porsche gris no volverá a llamar la atención en los aledaños del estadio. “Soy un profesional y los sentimientos no valen para nada”. Fue la última frase de la comparecencia matinal del director deportivo del Córdoba, con la que dio carpetazo a la etapa de Paco Jémez en el banquillo blanquiverde. El premeditado cese no es, a su juicio, un fracaso en su gestión, pues el técnico ha realizado “un trabajo tremendo, muy positivo, pero es cierto que los resultados no han acompañado. El fútbol va por resultados”. La conclusión es que “creemos que es el momento porque quedan tres meses de competición, hay tiempo para reaccionar y la dinámica de los últimos partidos decía que teníamos que hacer un cambio”.

Antes sí, ahora no. Las palabras se las lleva el viento. Dos semanas atrás, el 18 de marzo, Rafael Campanero garantizó la continuidad del entrenador hasta el final de la temporada. El leonés justificó la destitución porque “el presidente, el director deportivo y quien sea defenderemos al entrenador y a los jugadores a muerte. Más allá de que exista la preocupación. Los resultados se producen de una manera o de otra y hacen tomar decisiones. Esas declaraciones muestran la confianza que da el presidente a todo el mundo en todo momento, pero en el mundo del fútbol no hay nadie con el puesto fijo”. “La credibilidad del presidente no se puede poner en duda en ningún momento, lo ha demostrado en toda su trayectoria”, enfatizó.

Vega considera que “aquí no hay que dar un ultimátum a nadie, porque no se puede trabajar con tranquilidad de esa manera. Hay que dar confianza a todos los trabajadores, pero si la situación se pone como se ha puesto, es lógico que se tome una decisión”. Y va más allá al defender su filosofía: “No soy amigo de cuerdas flojas, porque no puedo decir a un entrenador o a un grupo de jugadores que si mañana se pierde va fuera uno o van fuera siete. Hay que dar tranquilidad, aunque he mostrado mi preocupación en las charlas diarias con Paco. Él es el primero que en la charla que mantuvimos ayer –por el lunes– me dijo que había que hacer un cambio. No me iba a decir que era echarlo a él, pero la dinámica había que cambiarla de alguna manera”.

Los números pesan. La decisión ha sorprendido, pero “hay veces que un entrenador no trabaja tanto y esa fortuna que dicen que no existe en este deporte sí existe. Y otras veces un entrenador con un trabajo y una implicación tremendas, no. Coincidiremos todos en que la campaña podía haber sido histórica para este club en Segunda, pero por esos matices que han sido unas veces errores individuales, o de concentración, de planteamientos o errores arbitrales, que no es normal lo que nos ha ocurrido, ese trabajo no se ha visto reflejado en los resultados”.

Equipo sin respuesta. La ilusión ha ido decayendo, hasta el punto de que “en las dos últimas jornadas el equipo ha tenido problemas para reaccionar”. Las dos derrotas consecutivas ante el Alavés y el Hércules han sido el detonante, aunque el asunto venía de lejos. “Hemos tenido momentos de juego brillante, pero no de resultados por tantos empates que se han producido”, lamentó. Es consciente de que “cuando no funciona algo en un equipo de fútbol es culpa de todos”, pero la cuerda se ha roto por el sitio de siempre a pesar de que “se ha intentado todo, muchas fórmulas”.

No es un fracaso. El cese de Paco le salpica directamente, pues él era su gran valedor. Sin embargo, Emilio entiende que “fracaso personal habría sido traer un entrenador que no hubiese sido un profesional. En el mundo del fútbol, que después entre o no el balón... Si entra es un éxito, y si no es un fracaso. Si se cataloga por ahí, es un fracaso. Si es por el desempeño de una profesión, Paco ha colmado mis expectativas”.

Jémez ha hecho lo que ha podido con la plantilla. Las críticas arrecian, pero en su opinión “el equipo ha demostrado que tiene un potencial para no pasar apuros. Me lo ha dicho Paco y me lo ha confirmado el nuevo entrenador, que cree cien por cien en la plantilla”. “Un equipo que no tiene mimbres sería una ruina todo el año”, puntualizó.

Un trago amargo. El del Bierzo dio la cara por Paco, al que augura “un gran futuro”, y se mostró apenado por dejar sin trabajo a alguien que “va siempre de frente”, así como “un gran profesional que ha hecho un gran trabajo con el equipo, una persona de aquí y muy implicada con el club, al cien por cien”. “Espero que en otros sitios tenga la mitad de fortuna que le ha faltado aquí. Ha costado más por eso, por ser un gran trabajador, que desde el primer al último día lo ha demostrado”.

Entereza en la crisis. En su día ya le costó despedir a Pepe Escalante. Obviamente, “son situaciones nada cómodas, ninguna. Quizá por la cercanía de la edad, la relación con Paco era más fluida y directa, dentro de que lo conocí en mayo, no de antes, como dicen por ahí de que éramos amigos. A Paco no lo conocía como persona, y yo con Pepe tuve una muy buena relación. No es plato de gusto comunicar a esto a ningún profesional”.

En el momento de conocer su cese, el ya ex preparador blanquiverde reaccionó con entereza. Emilio desveló que “él es para todas las situaciones igual, no es que me sorprendiera. Agradeció al club la confianza que se le había dado y dijo que sentía que su trabajo no se hubiera traducido en más resultados”. Incluso “entiende que había que hacer algún cambio y está para ayudar al club en un futuro. Se ha portado como un caballero”.

Después de hablar con el entrenador, el director deportivo se puso en contacto con los capitanes (Pierini, Javi Moreno, David Valle y Dani). Y los jugadores han aceptado el tema con resignación, pues “desde el disgusto que da estar trabajando con una persona que deja de hacerlo, los futbolistas, en su fuero interno, ven que la dinámica no era buena y había que cambiar”.

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