Las 07.21 del 21 de mayo de 2008. Es un instante que no se les olvidará nunca a los cordobeses Ricardo Guerrero y José Baena. Ambos, acompañados por la sevillana Lina Quesada, hollaron la cima del Everest, la montaña más alta del mundo, tras una jornada "dura" en la que emplearon unas 14 horas para recorrer el último kilómetro de ascensión. De esta forma, y tal y como prometieron los miembros de la expedición Córdoba-Everest 2008 antes de partir, la bandera de la Capitalidad Cultural a la que aspira Córdoba para 2016 ya ondea en el techo del mundo.

"¡Cumbre, cumbre! Vemos todo lo que tenemos a los lados de la montaña, y el tiempo se está comportando. ¡Lo hemos conseguido los dos!". Éstas fueron las primeras palabras de José Baena desde la cima del Everest. Él fue el primero en cumplir con el objetivo marcado. Pocos minutos después le siguieron Ricardo Guerrero y Lina Quesada. La hispalense se ha convertido en la primera andaluza -y quinta española, tras Araceli Segarra, Chus Lago, Rosa Fernández y Edurne Pasabán- en subir los 8.848 metros del pico más famoso del Himalaya.

La cordada formada por los dos cordobeses y la sevillana fue la segunda en hollar la cima ayer. Dos horas antes lo hicieron los catalanes Xavi Aymar y Xavi Arias. Ellos encabezaron la caravana de ascensionistas, según la definen los montañeros, que es consecuencia de la prohibición de las autoridades de Nepal de afrontar el ataque antes del 10 de mayo, a causa de las restricciones por el paso de la antorcha olímpica. Esto hizo que la ascensión fuera más lenta de lo inicialmente programado.

Pese al buen tiempo, Guerrero y Baena sólo permanecieron unos minutos en la cumbre. Fueron momentos para gozar y sentirse satisfechos por cumplir sus deseos. Les esperaba una dura bajada, en la que las condiciones meteorológicas pueden ser peores.

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