Boxeo

'El Balita' no agota el cargador

  • Rafael Lozano volverá al ring el próximo sábado · El púgil español más laureado en la historia de los Juegos Olímpicos peleará en Montilla · A sus 39 años, pretende optar al título continental en mosca

Rafael Lozano vuelve a los cuadriláteros. El cordobés, doble medalla olímpica -bronce en Atlanta 96 y plata en Sidney 2000- y mejor boxeador amateur español de todos los tiempos, retomará su carrera profesional el próximo sábado 11 en Montilla en el combate de fondo (al mejor de seis asaltos de tres minutos) de una velada mixta de boxeo y kick boxing organizada por Carlos Repiso y que supondrá el regreso al ring del Balita 16 meses después de su última pelea.

En Montilla, Lozano (39 años) realizará el primero y puede que único ensayo antes de disputar en la primera semana de noviembre la pelea por el Campeonato de España del peso mosca, que disputará al vigente campeón, el aragonés José Antonio López Bueno. El maño, que fuera campeón del mundo, es el actual poseedor del cinturón tras arrebatarle el título al catalán Jordi Gallart, en lo que hasta ahora era una lucha a dos bandas entre los dos únicos púgiles nacionales de nivel en ese peso. "Voy a boxear y a ver qué tal me encuentro", apunta Lozano, que en los últimos meses ha acelerado su puesta a punto ante "una nueva ilusión" en su carrera. El púgil de San Pedro dará de este modo un giro a su trayectoria deportiva, a la que había puesto fin hace más de un año en la faceta de alta competición. Sin embargo, El Balita ha continuado entrenándose a buen ritmo y en numerosas ocasiones ha declarado que se encuentra en un momento de forma más que aceptable.

Porque Lozano se retiró por primera vez el 16 de febrero de 2007 en un combate celebrado en Vista Alegre ante el rumano Mirian Dragutescu. Fue el punto y final a una carrera profesional de 21 combates saldados con 18 victorias y tres derrotas, las tres en combates en las que se había puesto un título en juego. Ésa es una espina que nunca dejó de pinchar el orgullo del Balita. Pese a que la decisión parecía definitiva, al cordobés se le abrió una puerta cuando en noviembre de 2007 se le presentó la opción de disputar en Milán el Campeonato de Europa ante Andrea Sarritzu, pero finalmente, en una decisión cargada de polémica, la EBU decidió apartar al Balita del cartel cediendo su lugar al francés Lahcene Zemmouri. Casi un año después de su última pelea, y ante la perspectiva de competir de nuevo por el Campeonato de Europa, el púgil de San Pedro descolgó los guantes en un combate en Fátima ante, de nuevo, Dragutescu. El 1 de marzo de 2008, Lozano derrotó en Pozoblanco al también rumano Nicolae en lo que debía ser un nuevo paso hacia el cinturón, pero el camino no encontró el final deseado y su carrera se sumió en un letargo que, ahora sí, parecía definitivo.

Quizás hastiado por la situación, Lozano se dedicó a dirigir la Escuela Provincial y a organizar veladas de promoción para sus alumnos, una iniciativa loable pero poco rentable es el aspecto económico. Eso se unió a la pérdida de su trabajo en la Diputación Provincial, lo que le llevó a una delicada situación personal. "Ahora mismo estoy en el paro. Lo de volver a los cuadriláteros está aparcado, aunque posibilidades siempre hay. Necesito comer", dijo entonces en una entrevista en el digital cordobadeporte.com. Aunque nunca dejó los entrenamientos, Rafa ganó nueve kilos de peso hasta bordear los 60, muy lejos de los 50.400 de su peso, pero la opción de volver a pelear siempre estuvo sobre la mesa.

Y entonces surgió la opción del Nacional, el reto que necesitaba Lozano para volver a subirse al ring. "La oferta es interesante y el promotor es amigo mío", apunta Rafa, que sólo pidió 20 días para pensárselo cuando se le presentó la opción. "Había mantenido el entrenamiento, aunque a menor intensidad porque no tenía ningún objetivo. Hacía hora y media diaria para mantener la forma y no dejarlo de golpe, pero ahora estoy subiendo la intensidad", asegura el Balita, que ya ha perdido siete de los nueve kilos que engordó en busca del volumen y el peso correcto.

Porque aunque Rafa no esconde que aunque lleva "un año y varios meses sin boxear", el gusanillo y varias cuentas pendientes le han hecho volver a subirse al cuadrilátero. "El año pasado volví porque me habían prometido el Europeo, pero me la jugaron", recuerda con amargura, "pero ahora es gente de fiar".

"Quiero situarme otra vez en el ring y coger la distancia. En el guanteo estoy bien, pero el ring es la máquina de la verdad", dice el cordobés con ganas de sacarse varias espinas del pasado. Porque Lozano asegura que "no podía pensar que ya no iba a boxear más con la putada que me hicieron con el Europeo después de la cantidad de gente que movilicé. Podía parecer que todo aquello lo había montado yo por querer figurar, cuando a mí sólo me gusta aparecer por mis combates".

¿Y qué recorrido tiene esta nueva vuelta al boxeo? En principio, y tras el Nacional de noviembre, queda la opción de ir de nuevo a por el Europeo, aunque Lozano ya no mira tan lejos. Le guía la voz de la experiencia. "Mi objetivo ahora es el Nacional. Si se gana, genial, y si pierdo, me quedó ahí. A lo mejor incluso si gano me retiro, porque yo ya estoy metido con mis clases y mi labor de enseñar a los chavales y transmitir los valores del deporte", apunta Lozano, uno de los mejores deportistas cordobeses de la historia que el día 11, en Montilla, volverá a ponerse los guantes para buscar el final feliz que merece su gloriosa carrera en los cuadriláteros.

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