No hay rival más amable que el Tenerife para el cordobesismo. O al menos eso dicen la historia y las estadísticas. Porque el conjunto chicharrero es el que más ha visitado Córdoba sin llevarse nunca la victoria; siete empates en 24 encuentros oficiales es su balance más positivo. La pasada temporada, sin ir más lejos, cayó por la mínima en la apertura de un campeonato en el que terminó peleando por subir.

El histórico de enfrentamientos entre blanquiverdes y blanquiazules se escribe principalmente en la categoría de plata, pues 22 de los 24 partidos que ambos han disputado en suelo cordobés han sido en Segunda División. Hubo otro encuentro en Copa y uno más en Segunda B, en los que la tónica fue la mayoritaria en este cruce entre dos clásicos: victoria del Córdoba.

Ese ha sido el signo en 17 ocasiones desde aquel primer encuentro en la campaña 56-57 que acabó siendo un canto al fútbol ofensivo (7-4 con dobletes de Quintín y Araujo, y el insular Antonio) hasta el librado hace poco más de un año, con un resultado mucho más pírrico pero igualmente efectivo para los intereses cordobesistas: Alejandro Alfaro ajustició a su exequipo al remachar un balón muerto a la salida de un córner poniendo el 1-0 definitivo en el marcador.

Lo más positivo que han sacado los chicharreros de El Arcángel han sido siete empates. El primero a un gol en el curso 57-58 y el último, a cero, hace dos temporadas. Parece claro que al menos por lo que dicen los números, su visita aparece como un bálsamo ante los problemas del CCF en este arranque de temporada. Pero habrá que jugar. Y no sólo mañana, sino también el miércoles con motivo de la tercera eliminatoria de la Copa del Rey. Eso será otra historia, aunque también en el único cruce librado entre ambos en el torneo copero, la primera sonrisa fue para los blanquiverdes: 3-0 en la ida de la cuarta ronda del ejercicio 73-74, si bien luego los chicharreros remontaron.