Córdoba CF

Hay costuras sin fijar

  • El Córdoba cede su segunda derrota consecutiva en casa ante un rival bastante más hecho y con las ideas más claras

  • El ataque de valentía final de Carrión apenas tuvo trascendencia

Este Córdoba aún tiene mucho trabajo por hacer. La Liga no es la pretemporada y el arranque de la competición ha servido para descubrir las costuras a un equipo que en sus dos confrontaciones ante rivales que aspiran a lo mismo que él (léase estar mirando a la zona noble de la tabla) ha tenido que hincar las rodillas. Ante el Zaragoza, de nuevo la fragilidad defensiva fue determinante, aunque no hay que pasar por alto la falta de ideas y fluidez del equipo cuando tuvo la posesión. Sólo en el final del primer periodo, el equipo de Carrión se pareció a lo que el técnico quiere, pero no fue suficiente para desarmar a un oponente que se mostró más hecho, a pesar de haber realizado una remodelación más profunda en su plantilla, y que contó con la determinación de Borja Iglesias, que demostró a su paso por El Arcángel por qué fue el delantero más cotizado del verano en Segunda División. Suyos fueron los dos tantos maños, muy parecidos, desde la frontal y sin encontrar oposición a la hora de armar el pie. Demasiada ventaja para tratar luego de reconducir la situación, algo que el CCF buscó a la desesperada con variantes tácticas y acumulando hombres de ataque sin encontrar recompensa alguna.

De inicio, ambos equipos partieron con la idea de apretar muy arriba la salida de balón del rival. Con unos dibujos casi calcados, la consigna era tratar de jugar el mayor tiempo posible en campo contrario, pues no hay mejor manera de proteger el arco propio. Eso propició no pocos errores en las entregas cerca del área propia y algún que otro envío directo buscando a las referencias, Jona y Borja Iglesias, que cuentan entre sus virtudes con saber dar continuidad de espaldas a la defensa.

Borja Iglesias dio una lección a los zagueros blanquiverdes, blandos ante cada acometida

El primer susto fue maño, con un cabezazo de Grippo a la salida de un córner que Iglesias tocó sin querer cuando el balón buscaba portería estando además en fuera de juego. La respuesta del Córdoba llegó también a balón parado, con un libre directo de Javi Lara que la zaga envío a córner. Su origen estuvo en una pérdida de Zapater, que tuvo que frenar a Javi Galán cuando encaraba ganándose la amarilla. Un calco, sin la infracción final, de otro error de Caballero que solventó Joao Afonso cuando Iglesias empezaba a visualizar cómo dañar a Stefanovic.

El delantero daba una enorme sensación de peligro cada vez que aparecía o simplemente el balón lo buscaba. Y no eran pocas las ocasiones, pues el partido era ya de ida y vuelta en ese arranque más eléctrico de lo esperado para desconcierto de un CCF que no terminaba de encontrarse cómodo, muy impreciso en el juego entre zagueros, con problemas para dar continuidad a su transición.

Lo peor es que en tareas defensivas no estaba mucho mejor, pues a las dudas que ya empiezan a ser habituales de Pinillos para cerrar su costado se sumó la inspiración de Borja Iglesias, que avisó primero tras un córner con una volea a bocajarro que sacó Stefanovic y luego abrió la lata con una buena acción personal que tuvo la colaboración de la falta de tensión de los zagueros; su derechazo, imposible para el meta serbio.

Poco después del cuarto de hora, otra vez demasiado pronto, el Córdoba volvía a verse por debajo en el marcador en El Arcángel, como en el estreno. Esta vez, la reacción fue mucho mejor, y más rápida. Porque casi sin tiempo para que el Zaragoza se asentara en su nueva situación, Jona igualó el duelo de matadores al sacar petróleo de una acción que parecía muerta entre los centrales maños.

Ese empate pronto cambió la cara al equipo de Carrión, que empezó a estar mejor. Con Jaime Romero y Javi Galán haciendo daño por fuera, primero por un costado y luego por otro, y con la presión más firme los blanquiverdes pasaron a dominar con relativa claridad, jugando en el medio campo enemigo muchos minutos. Jona buscó un cabezazo que no conectó por un pelo poco, aunque para oportunidad clara, y por partida doble, la que originó un libre directo de Javi Lara que repelió Ratón; el malagueño se topó con el larguero con un zurdazo vertiginoso. Era el mejor momento del CCF, que robaba rápido y no permitía la salida visitante, aunque faltó la guinda del gol pese al último intento de Lara desde la esquina que Toquero sacó a córner.

El Zaragoza trató de romper esa inercia con mayor posesión en los primeros compases del segundo periodo, poniendo pausa para todo menos para buscar a Iglesias al espacio. Y de salida no le salió mal el plan, pues al menos frenó el ímpetu de un cuadro cordobesista que volvió a acumular un buen puñado de imprecisiones que facilitaron la labor de su oponente, más vertical, más entonado, incluso más valiente, permitiendo las incorporaciones del lateral Ángel Martínez por su costado.

El Córdoba necesitaba un chispazo para volver a virar el rumbo del encuentro. Y viendo que en el verde no había señales, Carrión lo buscó en el banquillo. No sólo dando entrada a Jovanovic, que se estrenaba así en El Arcángel, sino variando el dibujo para retrasar a Javi Lara más cerca de Ramos y colocar a Jaime jugando por dentro, de enlace con el punta. Sin embargo, el movimiento nunca se sabrá si hubiera sido bueno o malo, pues el plan se cayó a los pocos segundos con el segundo gol de Borja Iglesias, nacido en un saque de banda en el centro del campo que contó con la colaboración de Joao Afonso, Josema y Pinillos, que se lo hicieron más fácil si cabe al ariete rojillo al recular en lugar de salir a su búsqueda.

Con el marcador de nuevo en contra, a Carrión le tocó mover ficha otra vez: Markovic al campo y Pinillos, que se fue pitado, al banco; Javi Galán pasó a ocupar el lateral, con Jaime por delante, para dejar la posición central a Sasa. Pero fue el otro Sasa, Jovanovic, el que a punto estuvo de empatar tras un envío directo de Javi Lara que se comió Verdasca, aunque su intento de vaselina se marchó muy desviado del portal de Ratón.

Al Córdoba le faltaban fluidez e ideas, y a veces le sobraba voluntad y corazón. Así que con todo perdido, Carrión se la jugó del todo, retirando a Joao para meter a Guardiola; Ramos de central sen el juego sin balón, y Lara y Markovic en la medular. Era un todo o nada que a las primeras de cambio estuvo a punto de dar réditos, pero el disparo de Sasa desde la frontal lo sacó Ratón cuando se colaba con una manopla genial.

Con diez minutos por delante y lo que se le venía encima, Natxo González retrasó los cambios todo lo que pudo, pero sí ordenó a los suyos adelantar líneas para dificultar la salida desde atrás del CCF, para no encerrarse. Lo consiguió durante los primeros instantes, aunque con el avance del crono se la quiso jugar con ese otro fútbol de faltas y pérdidas de tiempo, lo que dio alguna opción final a los blanquiverdes. Primero con un libre directo de Lara que volvió a estrellarse en la barrera y luego con una falta lateral a la que se incorporó Stefanovic, que hasta la tocó sin dirección en el área. Fue el epílogo de otra noche triste en El Arcángel, de otra muestra de que a este Córdoba aún le falta un punto de cocción para poder competir contra aspirantes a todo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios