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En mi casa mando yo

  • Obligado tras el tropiezo en León, el conjunto blanquiverde recibe a un serio aspirante al ascenso que cuenta por victorias sus tres últimos partidos

  • El Arcángel será una caldera

El Córdoba arranca hoy el tramo decisivo de la temporada. Las últimas cinco jornadas reciben al cuadro blanquiverde en plena escalada y con una cara muy distinta a la que lucía hace menos de tres meses, cuando Sandoval agarró el mando de la nave blanquiverde para buscar el milagro. Desde aquel día, el conjunto cordobesista no ha hecho otra cosa que escalar. Tanto que ha llegado a recortar 13 puntos de desventaja en un tiempo récord y, aunque ahora vuelve a estar a tres del objetivo, se ha cargado de confianza para afrontar las jornadas decisivas con la moral alta y la mente puesta en que, para bien o para mal, el Córdoba será dueño de su destino. Depende de sí mismo para salvarse el conjunto blanquiverde y eso es algo que, aunque aún se ve lejano porque las combinaciones posibles son muchas, ya es mucho decir si se echa la mente a volar.

Por eso, Sandoval ha trabajado durante toda la semana en que a sus futbolistas no les pese en demasía el golpe recibido en León. La Cultural y Deportiva Leonesa puso un serio obstáculo en el camino del Córdoba, pero El Arcángel aparece al quite para ayudar a esquivarlo y seguir en la pelea. En el coliseo ribereño se volverán a dar cita hoy más de 14.000 valientes dispuestos a empujar a su equipo y esa fuerza que desde la grada se transmite al césped pesa mucho, tanto para los blanquiverdes como para el rival. Es por eso que el técnico madrileño mantiene su mensaje de que la salvación está en casa.

A nadie se le escapa que muchas de las opciones que le quedan al CCF de atar la permanencia están en juego esta tarde ante el Huesca. Los oscenses ya han pasado el bache que sufren todos los equipos que luchan por ascender y con tres victorias consecutivas han recobrado el pulso para luchar con el Rayo Vallecano y el Sporting de Gijón por las dos primera plazas. 29 puntos separan al Córdoba y el Huesca en la tabla, aunque el duelo de hoy no será ni mucho menos el paseo militar para los de Rubi que la clasificación podría dictar.

El Córdoba es un equipo nuevo y en nada se parece al que cayó con contundencia en su visita a El Alcoraz. Tampoco el Huesca es aquel equipo brillante que dominó la categoría con puño de hierro durante la primera vuelta del campeonato. Ahora las victorias cuestan mucho más y el Córdoba ha marcado un nivel muy alto de exigencia en su feudo, donde ha ganado cuatro de sus últimos cinco partidos. En el ambiente, además, flotan las similitudes entre este partido y el que en 2007 enfrentó a ambos equipos en la pelea por el ascenso. En aquella ocasión, El Arcángel fue decisivo y el Córdoba sacó el partido adelante, algo que hoy deberá repetirse pues el Huesca ya no es aquel equipo temeroso que asomaba por la categoría de plata.

Con la baja de Álex Quintanilla, descartado por molestias musculares, Sandoval prepara alguna sorpresa para reactivar a sus jugadores. Rubi pierde a un titular como Brezancic, básico en sus esquema, aunque cuenta con una plantilla que ofrece muchas alternativas. Guiado por su gente y con el espíritu combativo siempre presente, el Córdoba debe dar hoy un golpe sobre la mesa y recuperar la firmeza en su caminar perdida en León.

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