A pesar de llegar el pasado enero al club, la profunda transformación sufrida por el vestuario del Córdoba ha convertido a Sergio Aguza en uno de los veteranos. El madrileño asume con gusto el rol que le obliga a "ayudar a la gente nueva para hacer una piña buena" y considera que el balance de la pretemporada hasta ahora es "positivo", porque "el equipo se está conociendo, trabajando serio y los resultados están acompañando, por lo que las sensaciones son buenas y vamos a más".

Aguza está "cómodo" con el sistema de juego que quiere implantar Carrión y que pasa por querer "jugar, tener balón y hacer un juego alegre, y cuando perdamos el balón, cuanto menos tiempo pase, mejor; hay que atacar y recuperar lo más pronto posible". Un dibujo con el que espera que el CCF pueda pelear por algo diferente a lo del pasado ejercicio: "Queremos estar arriba, hay plantilla y nivel, y vamos a pelear por ello".

Entre otras cosas porque, a su juicio, "tal y como está la Segunda División es imposible poner la etiqueta de favorito a cualquier equipo". Es más, Aguza se atreve a no dar "favorito a ninguno de los tres" recién descendidos (Sporting, Granada y Osasuna), pues aunque "tienen la ayuda económica por descender y puede hacer más movimientos, se ha visto que todos los equipos están en muy pocos puntos, la liga es muy competida y va a estar muy igualada".

A nivel personal, el centrocampista no ocultó su deseo de hacer el gol que lleve al CCF de nuevo a Primera, aunque se conforma "con que ascendamos". Quizás eso le ayudaría a resolver su situación contractual, pues ahora mismo sólo tiene un año de contrato tras hacer efectiva el club una cláusula de renovación automática durante junio. "Me tengo que dedicar a jugar, hacerlo bien y ayudar al equipo, pues es decisión del club si ellos quieren hablar o negociar conmigo", comentó un hombre que desde su llegada fue fijo para Carrión.