Julio y agosto ya no son meses de sequía para el turismo. El verano es la época en la que más se viaja y Córdoba o es una excepción, tanto que el número de viajeros que elige la provincia como destino en este periodo se ha ido incrementando de manera paulatina durante la última década. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) un total de 192.516 personas recalaron en Córdoba en los meses de julio y agosto. Se trata de una cifra prácticamente idéntica a la registrada en los mismos meses del año pasado, cuando se alcanzaron los 192.591 turistas, apenas 75 más. Sin embargo, en los que se refiere a las pernoctaciones, sí se han incrementado de manera considerable en este verano, al registrarse 314.617 noches de hotel frente a las 292.093 del pasado estío. Esta época, por tanto, aunque no tiene nada que ver con el flujo de visitantes de la primavera, sigue siendo positiva para el sector, que va sumando récords mes tras mes. De hecho, hay una diferencia considerable entre 2007, el último año de la crisis, cuando se contabilizaron 166.548 turistas en verano.

Siguiendo con los datos del INE, lo cierto es que agosto sigue siendo el mes vacacional por excelencia, pues recibe más viajeros que julio. En cuanto a la nacionalidad, los españoles siguen siendo mayoría, aunque el turista extranjero también se sitúa en buenas posiciones. Hay que tener en cuenta que precisamente los viajeros de fuera han sido los que han experimentado un crecimiento más significativo. Es a partir de 2009 cuando el visitante residente fuera de España se anima a venir a Córdoba incrementándose así año tras año, mientras los nacionales no conseguían consolidarse con gran presencia de altibajos durante los años de la recesión. Con los datos sobre la mesa, se observa que durante la época de la crisis fue el turista extranjero el que consiguió mantener al sector. Fue allá por 2007 cuando Córdoba se quedó a las puertas de alcanzar el tan deseado millón de turistas, a partir de aquí, el dato descendió propiciado por la falta de poder adquisitivo de las familias que dejaban los viajes como algo secundario o totalmente inaccesible. Meses como mayo rompían la tendencia, las fiestas tradicionales de la capital sí consiguieron atraer a más cantidad de público, sin embargo, el turista nacional, sobre todo el andaluz que es el que tiene más protagonismo en Córdoba, encadenaba periodos de caídas, siempre con la crisis como fondo. Ahí fue donde entró en juego el visitante no español, sobre todo el europeo, que sí arrojó mejor comportamiento en este sentido.

Un total de 192.516 turistas visitaron la provincia durante julio y agosto

También hubo un punto de inflexión en 2012. Y es que aunque la crisis aún estaba muy presente, el nombramiento de la fiesta de los Patios como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad sirvió de revulsivo para que los datos mejoraran. Entraba en juego también que el panorama político internacional dejó a destinos turísticos casi fuera del mapa por diversos conflictos, haciendo de España, y en este caso de Córdoba, destinos turísticos seguros que empezaban a ocupar los primeros puestos de una lista que antes protagonizaban otras ciudades extranjeras.

De esta forma, mientras la crisis económica hacía descender los visitantes españoles, los conflictos políticos empujaban a los extranjeros a elegir destinos turísticos más seguros, haciendo que Córdoba acumulara malos datos en el primer caso y muy buenos en el segundo.