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Una meritoria labor farmacéutica

  • Carmen Peña recibe la Aljama de Plata del Colegio de Farmacéuticos de Córdoba por su empeño, entrega y dedicación a una profesión que ejerce desde hace tres décadas

Entrega de la Aljama de Plata del Colegio de Farmacéuticos a Carmen Peña.

Entrega de la Aljama de Plata del Colegio de Farmacéuticos a Carmen Peña. / fotos: José Martínez

El empeño, la entrega y la dedicación a la profesión farmacéutica que Carmen Peña ha mostrado durante tres décadas fueron reconocidos ayer con la entrega de la Aljama de Plata, un galardón que otorga el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba y que ella recibió "con mucho honor y respeto". Peña es actualmente presidenta de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) y su trayectoria en la Organización Farmacéutica Colegial comenzó en 1988, siendo presidenta del Consejo General entre 2009 y 2015.

La boticaria recogió este premio en un acto en el Colegio de Farmacéuticos en el que ofreció un discurso sobre el papel que ahora lleva a cabo como presidenta de la FIP y los grandes retos que tienen estos profesionales a nivel mundial, "pero que son extrapolables a España".

Para Peña, es "más que una carrera profesional, una carrera vital", y confesó que ha sido "una enamorada de la farmacia desde joven". Con tres décadas de trayectoria -empezó en 1987-, ha vivido los años en los que la farmacia se ha relanzado y ha sufrido una "inmensa" evolución fruto de la transformación del sistema de salud español.

En esa línea, recordó que en 1975 se creó la Ley General de Sanidad y el Sistema Nacional de Salud, y la farmacia se incorporó a ello en lo que al medicamento se refiere. Con esto "se inició un complejo funcionamiento de prescripciones, conciertos con el antiguo Insalud y luego con las autonomías".

Por otra parte, su cercanía y accesibilidad a la población "hace que tomes el pulso de las necesidades sociales y sanitarias de los ciudadanos", más allá de la dispensación de medicamentos. En ese sentido, "la transformación ha sido la misma que la del pueblo español". Esto ha ocasionado que la farmacia española siempre se haya adaptado "en tiempo real", incluso "fue pionera con la receta electrónica cuando en otros países del mundo no se estaba produciendo".

Así, Peña manifestó que "hemos pasado de la farmacia de los 80, dispensadora de medicamentos, muy correcta y responsable; a una del siglo XXI en la que las nuevas tecnologías están perfectamente incluidas en el trabajo diario y sus organizaciones". Además, ya no sólo se trata de hacer una dispensación correcta, sino un seguimiento del paciente en cuanto a su medicación.

Esto es, ahora las boticas prestan unos nuevos servicios en torno a un nuevo perfil de paciente, el polimedicado que, según la Organización Mundial de la Salud, es una persona mayor de 65 años y que toma más de cinco o seis medicamentos. "Eso crea unas nuevas necesidades y unos nuevos servicios que son los que hoy la farmacia española ya está dando", señaló la también académica correspondiente de la Real Academia Nacional de Farmacia y de la Iberoamericana de Farmacia.

Ese trato con la población hace que los profesionales de la farmacia -al igual que todos los de la salud- deban tener una formación profesional continuada "porque hay que actualizarse". En este sentido, expuso que los nuevos medicamentos y tecnologías "van obligando a que el farmacéutico esté constantemente estudiando todos los avances que hay en materia de farmacología". Por ejemplo, hace unos años no había una serie de medicamentos como los biológicos, genéricos, biosimilares o nuevas moléculas que ahora estos profesionales deben conocer.

Por otra parte, el boticario debe tener "unos valores éticos y sociales muy fuertes, porque cuando una persona llega a una farmacia, en este caso comunitaria, va con sus recetas pero también con una carga emocional que también hay que saber manejar", indicó la galardonada con la Aljama de Plata. Por eso, en su opinión, "los farmacéuticos son como los profesionales de la Ilustración, que tienen la capacidad o el deber de atender al paciente de una forma integral". En resumen, estos profesionales deben tener "mucho conocimiento y mucha formación profesional pero también mucha humanidad y mucha ética".

Ahora, apuntó, el reto es que el Sistema Nacional de Salud "siga al paciente y no el paciente al sistema a través de un laberinto de tratamientos, prescripciones y dispensaciones que a veces se van solapando". En ese sentido, Peña aseguró que la farmacia "está preparada porque está muy cerca de la población (tanto la sana como la enferma), es de libre acceso y hay libre elección las 24 horas de los 365 días del año; lo que le da un nivel de excelencia".

La distinción de la Aljama de Plata surgió en 2005 y desde entonces ha recaído en seis profesionales o colectivos: Sofía Fuentes del Río, al Cuerpo Nacional de Farmacéuticos Titulares de Córdoba, Javier Climent Grau, Práxedes Cruz Padilla, Fernando Grande González y María Isabel Baena Parejo.

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