La Mezquita-Catedral como auténtica joya de la corona y valedora de Córdoba. Y como tal, a lo largo de este puente de la Virgen del Pilar se ha vuelto a coronar como el espacio que más turistas atrae; prueba de ello, las colas que se formaron ayer para adquirir una entrada en el patio de los Naranjos. Los hay que van a primera hora de la mañana y que, como un cuentagotas más rápido de lo previsible fueron llenando de nuevo las calles del Casco Histórico, en una especie de maratón que ganar para contemplar la belleza de la ciudad. Sí, es cierto. Estos días de asueto, para los más afortunados, han vuelto a dejar estampas de que el turismo bien que deja réditos en Córdoba. Grupos de turistas guiados por los que más pacientes guías con cada vez unos más que dispares objetos a mano alzada para no perderse y seguir fielmente cada comitiva. Jóvenes de excursión con ganas de aprender un poco de historia local y hacerse el enésimo selfie para después compartirlo al instante en la preceptiva red social y dar buena cuenta de que se está en disfrutando de la belleza de las vistas del puente romano de Córdoba, como poco. Camareros que no dan abasto en el entorno de la Mezquita-Catedral, la consabida cerveza y tortilla de patatas del bar Santos… Una estampa que despierta curiosidad en el viajero y que no cansa de ver el local. Rosa Gutiérrez es natural de Alcorcón, una gran ciudad a escasos kilómetros de Madrid. Con su hijo David y su marido, Jesús Nieto, ayer no quisieron desaprovechar ninguna de las opciones que brinda la ciudad hasta hacer una pequeña parada para tapear a los pies del principal inmueble turístico de Córdoba. "Hemos llegado a primera hora de hoy -por ayer- y después de llegar al hotel, lo primero que hemos hecho ha sido visitar la Mezquita", relata Rosa, quien también anota los consejos que han recibido en la recepción del hotel. "Nos han comentado que este fin de semana hay una ruta para conocer algunas callejas y acabamos de ver la de las Flores; esta tarde iremos a ver alguna más", subraya mientras degusta una tapa de tortilla de patatas. Esta turista madrileña se refería al Festival de las Callejas que se celebra a lo largo del fin de semana y que está resultado todo un éxito. Una cita de la que están dando cuenta un más que elevado número de turistas y también de cordobeses para reencontrarse con su ciudad. Y si la de las Flores es la calleja por antonomasia por gran parte del público visitante, este festival ha devuelto a la vida otro buen número de pequeñas vías desconocidas para muchos, pero que ayer vivieron un más que notable trasiego de idas y venidas de público. Y es que, el festival incluye dos rutas guiadas: de 10:30 a 17:00 por las Callejas de la Medina, donde hay una quincena de pequeñas calles que descubrir, y de 11:00 a 18:00, por las Callejas de la Axerquía, donde se agrupan 21; las entradas son gratuitas y se pueden adquirir en cualquier punto de información del Ayuntamiento hasta hoy. Una ruta en la que, además, se abre la puerta a redescubrir el pasado artesano de Córdoba. Buen ejemplo de ello, el de los artesanos Estévez y la calleja de Gragea, que dan a conocer la espartería tradicional, mientras que en la calleja del Cañaveral y del Nacimiento, ofrecen también un taller sobre cordobanes y guadamecíes. Pero aún hay más, porque en esta nueva cita turística para conocer Córdoba también hay hueco para, por ejemplo, irse hasta San Lorenzo y descubrir la calleja de Peña, que lleva al visitante hasta una pequeña plazuela a la que se siguen abriendo casas y negocios tradicionales. Su nombre hace referencia a unos antiguos moradores, quedando noticia de otros títulos más antiguos, como el de doña Francisca o el de Lesma o la del Soldado, un afluente de la calle Alfonso XII, antes de la Puerta Nueva. Todo un lujo del que hoy aún se puede disfrutar.