Para este curso escolar, algo más de 200 niños se quedaron sin plaza en un centro concertado en Córdoba. La razón es bastante simple: no hay plazas para atender toda la demanda. Por el momento, estos centros sostenidos con fondos públicos cuentan con el concierto hasta 2017, después de que el año pasado se acordara su renovación hasta entonces. A pesar de ello, los colegios de educación diferenciada de régimen concertado -Yucatal, en Posadas, Zalima, en la capital, y Torrealba, en Almodóvar del Río- han solicitado de nuevo el convenio, si bien, la Junta ha ya comunicado que no lo renovará. A esto se suma el hecho de que la Delegación de Educación eliminó una línea de Primaria el año pasado en el colegio Salesianos de Montilla.

Al respecto, la presidenta de FAPA-Córdoba, María Luisa Lucena, destaca "la lucha burocrática" a la que se someten los padres cada proceso de escolarización y considera que la Administración "tiene que permitirla educación diferenciada porque no es discriminación". Para Lucena, el hecho de que la Junta no amplíe los conciertos, a pesar de lo elevado de la demanda, "es vergonzoso" y lamenta que la Administración autonómica "se escuda en el tema económico".

"Hay a quienes interesa que no estemos", sostiene la directora del colegio Sagrado Corazón (Las Esclavas), María Dolores Pelegrín, quien considera también que "se persigue" a la educación concertada. Pelegrín se muestra bastante crítica en este sentido y asegura que "hay una idea política de que no estemos a pesar de que costamos menos". La patronal Escuelas Católicas ya informó esta semana de que el coste medio de un alumno en la concertada es de 3.000 euros al año, mientras que en la pública alcanza los 5.700 euros al año. Por ello, Pelegrín incide en que "no hay razones fuertes para cerrar unidades".

El directivo del colegio La Salle Ramón Fidel Rodríguez reconoce que sienten "incertidumbre" respecto a la ampliación o eliminación de los conciertos. No obstante, augura un buen futuro para este tipo de colegios y asegura que "vamos a subsistir mientras nos apoyen los profesores y no perdamos la confianza de los padres" y destaca que "una de las claves que nos define es que tenemos un proyecto educativo y una cultura de centro".

Un gran problema de los centros concertados es que la Junta les deniega el ciclo de Bachillerato y, por ello, los colegios tienen que ofertar estos cursos en régimen privado, lo que provoca que muchas familias no puedan afrontar este pago. Por ello, la directora de Las Esclavas reconoce que "quizá tenemos que competir más en Bachillerato". Para intentar conservar al alumnado, los colegios concertados ofrecen una serie de becas a las familias y otros programas, como la cuenta ahorro.