Han pasado diez años desde que estallara la crisis económica y, aunque en los últimos meses han mejorado los indicadores económicos, la pobreza sigue latente en Córdoba. Tanto, que la tasa de pobreza en la provincia se eleva al 43%, según las estimaciones que ayer ofreció la Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. Una tasa mayor que la media andaluza, que es del 41,7%, aunque la entidad no pudo confirmar si es la mayor de la comunidad autónoma, en la que el 78% de la población tiene dificultades para llegar a final de mes.

El secretario de esta organización en Córdoba, Juan Manuel Reyes, lamentó que las políticas de crecimiento que se están llevando a cabo desde las diferentes administraciones "no están teniendo los efectos deseados en una población cada vez más vulnerables". Esta tasa de pobreza se construye con tres variables. Una de ellas se denomina carencia de material severa, que incluye hasta nueve ítems. Si se cumplen cuatro de ellos, esa familia ya está en situación de pobreza. No poder ir de vacaciones un semana, o no comer carne o pescado cada dos días, no poder afrontar gastos imprevistos, no tener coche, ni móvil o lavadora o no poder hacer frente a las facturas son algunos de estos nueve ítems. La segunda variable que determina la pobreza, según la información facilitada por la Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, es la denominada tasa de pobreza en general relacionada con el nivel de renta, mientras que la tercera es la baja intensidad de empleo. Reyes lamentó que en Andalucía haya casi 3,5 millones de personas en riesgo de exclusión y señaló que "son los peores datos de España después de las Islas Canarias". A su juicio, actualmente "la riqueza no se distribuye" y el trabajo que hay "es precario".

Ante esta situación, Reyes indicó alguna de las medidas que, a su juicio, se deberían poner en marcha para revertir esta tendencia. Así, una de ellas es la aplicación de la renta básica universal para evitar que la tasa de pobreza siga en aumento. Eso si, una renta que fuera compatible o "complementaria" con la percepción de subsidios que "no impida a una persona trabajar", de forma que no anule sino que complemente su remuneración hasta un ingreso básico, tal y como ya se hace en Navarra. Al respecto, el responsable de la citada entidad en Córdoba, Francisco Jiménez, reconoció que la que se ofrece en la comunidad foral es "demasiado alta, ya que es de 1.200 euros, lo que abocaría a la gente a no trabajar en Andalucía". También incidió en la necesidad de que esta renta "no fuera incompatible con el trabajo" al que se pudiera acceder, por ejemplo, con carácter temporal. "Hablamos de una renta activa de inserción", indicó y añadió que para su implantación también serían necesario que el beneficiario cumpliera una serie de requisitos, ya que de lo contrario "no tendría derecho a cobrarla".

Otra de las medidas que propuso el secretario de la Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social -entidad que presentó estas cifras con motivo de la celebración del Día Internacional para la erradicación de la pobreza que tiene lugar hoy- para intentar frenar estos datos fue la de "combatir la economía sumergida y el fraude fiscal, además de revisar las retribuciones de las grandes corporaciones". A su juicio, también es necesario "tener mecanismos eficientes para repartir la riqueza".

El informe elaborado por esta organización también hace referencia a la tasa de pobreza infantil, que "viene derivada de la situación de las familias". Esta tasa se mide, entre otros indicativos, "por las carencias en el material escolar o por la imposibilidad de los niños participen en actividades extraescolares".

Cruz Roja, por su parte informó de que casi medio millar de familias cordobesas han recibido en lo que va de año ayudas de su organización para el pago de suministros básicos del hogar y para hacer frente a los gastos del alquiler. Un tercio de las prestaciones entregadas por la institución humanitaria entre enero y lo que va de octubre estuvieron relacionadas con facturas de luz, y el resto se repartieron entre recibos de agua y gas, productos farmacéuticos, gafas y apoyo para el pago de la vivienda. Así, en el marco de sus proyectos de Atención urgente a las necesidades básicas y de Prevención de la exclusión residencial, Cruz Roja ha repartido en lo que va de año ayudas por valor de 106.869 euros.