Por ahora, pocos comerciantes de la calle Cruz Conde saben que el Ayuntamiento quiere renovar su imagen y convertirla, casi, en una zona de paseo. La primera pregunta que se les viene a la cabeza es cuánto durarán las obras, después de soportar desde el pasado mes de julio los inconvenientes y las molestias de las actuaciones del Plan E. Algunos que conocen la iniciativa están a favor y otros en contra, pero todos coinciden en que la falta de aparcamiento es el principal problema de Cruz Conde.

José Manuel León no sabe la fecha exacta en la que la tienda León abrió sus puertas en la calle Cruz Conde. "Sé que es una de las antiguas del centro y creo que abrió después de la Guerra Civil", apunta. León, propietario de esta tienda, en la que se pueden encontrar bolsos, pañuelos y guantes, entre otros productos, es consciente de que las "obras hay que hacerlas, pero con más cabeza". Sostiene que el principal problema de esta zona de la capital es "la falta de aparcamientos", subraya que "el centro está castigado" y no ve muy claro que por esta calle pasen sólo autobuses, taxis y residentes en un futuro cercano. "Lo que harán será restringir el tráfico, pero lo más necesario son más aparcamientos", asegura.

Pepi García trabaja en el centro desde hace 30 años y desde los últimos 23 en la tienda de ropa Susan A. La falta de aparcamientos es una de las críticas que lanza, ya que lo considera "fundamental" para que el cliente no se vaya a los centros comerciales. García pone en entredicho la viabilidad de la futura peatonalización de la calle Cruz Conde, que el Ayuntamiento quiere poner en marcha una vez que concluyan las obras de Alfonso XIII. "No sé si vendría bien la peatonalización en esta zona", apunta y añade que "el Ayuntamiento está hundiendo el centro" con sus proyectos.

Isabel Menéndez, encargada de la tienda de ropa de mujer Annecy, tampoco está muy convencida de la utilidad de que el peatón pueda transitar con cierta tranquilidad por Cruz Conde. Por ahora, sólo ve que esa futura peatonalización supondrá "estar un año más de obras", después de lo que han pasado en julio, "mes en el que no hemos vendido nada por las obras; nadie podía entrar en la tienda". Ése es su principal temor, que las actuaciones municipales vuelvan a provocar un descenso en los ingresos, ya maltrechos por la crisis económica. Esta dependienta coincide con el resto de sus compañeros consultados ayer por el Día en que el problema se encuentra en la falta de aparcamientos, que tampoco se subsana con las plazas del parking de la calle Conde de Robledo y porque por esta vía pasan unos 7.000 vehículos cada día.

Francisco Javier Puerto, hijo de Cándido Puerto, propietario de la tienda de ropa de bebé del mismo nombre, está a favor del proyecto en el que trabaja el Consistorio. Eso sí, critica que hasta ahora nadie les ha informado de la iniciativa y no ve con buenos ojos que las obras se pongan en marcha "en plena temporada de invierno". Hasta la fecha, el Ayuntamiento ha eludido concretar el inicio del proyecto, aunque todo apunta a que la calle estará en obras el próximo año.

Blas Ventosa, propietario de la mercería La Central, es uno de los pocos comerciantes a los que le agrada la idea de ver pasear a la gente por Cruz Conde y no ver coches por medio, si bien, puntualiza que "sin aparcamientos, sería negativo para el comercio". Para este empresario, lo primero que se tendría que hacer "es acostumbrar al público" de que no se puede utilizar el coche, siempre y cuando "nos dejen pasar a los comerciantes". La peatonalización, continuó, debería incluir "la búsqueda de algún sitio para dejar el coche y, con ello, se podría tener al cliente más cerca".