Las contradicciones y los interrogantes abiertos fueron ayer la tónica general en la vista oral que el Juzgado de lo Penal número 4 siguió contra R. R. S. y R. G. M., dos mujeres que se enfrentan a dos años y medio de prisión por denunciar supuestamente una falsa violación. Los hechos se remontan al 20 de septiembre de 2003, cuando las acusadas conocieron en las cercanías de un pub de Ciudad Jardín a tres individuos, a quienes acompañaron a su vivienda, en la calle Los Alderetes.

Según relata el fiscal en su informe provisional de acusación, "ambas decidieron entrar en una de las habitaciones con el fin de mantener relaciones sexuales". Una vez que terminaron, todos se fueron de la casa, sin que conste que las acusadas fueran obligadas contra su voluntad a practicar sexo, según subraya el fiscal.

No obstante, y por motivos que no se han acreditado, las dos procesadas se personaron en la Comisaría de la calle Campo Madre de Dios aquella misma madrugada y les dijeron a los agentes que habían sido víctimas de una agresión sexual. Pero tanto los informes médicos de los facultativos que las atendieron en el Servicio de Urgencias del Reina Sofía como los forenses descartaron este extremo. Las dos mujeres están acusadas de delitos de falso testimonio y denuncia falsa. Durante la vista oral, las mujeres insistieron en que los abusos se produjeron: "Nos cogieron en la plaza de toros, nos pusieron una navaja en el cuello y nos llevaron hasta un piso de la calle Los Alderetes", relató R. G. M. "Fueron tocamientos, golpes. Mi agresor me dio una patada porque no me podía penetrar", relató.

Los hechos ocurrieron en un piso compartido por varios estudiantes. Uno de ellos, que declaró como testigo, negó que aquella noche escuchara llantos: "En el comedor había ambiente de charla y me llamó la atención que, en un momento dado, una voz de chica dijo que pasen los dos siguientes", contó el testigo.