La pandemia y su bloqueo físico derivaron en un desbloqueo emocional para la cineasta Gabriela Martí. Llevaba años barajando una idea para un guion de largometraje, frenada ante la duda de si su apuesta era demasiado ambiciosa para llevarla al cine (“un guion no es como una novela, que es un fin en sí misma, sino que se escribe para después rodarlo”), hasta que la crisis sanitaria le dio las razones que necesitaba. The Lakeville Story recogerá tres historias en marcos temporales muy distintos con un paisaje común, el pueblo Lakeville, en Estados Unidos, localidad natal de la escritora. El otro paisaje común a las tres será Córdoba, la ciudad en la que Martí espera terminar al fin su proyecto gracias a una beca de la Fundación Artdecor.

La cineasta es una de los trece artistas que forman parte de la segunda edición de las residencias de Córdoba Ciudad de las Ideas, programa que sufragará su estancia mientras desarrollan sus propuestas. Hasta la capital se han trasladado especialistas en distintas disciplinas, de la música al audiovisual, del bordado a la performance, pasando por la danza. Los proyectos solo tienen en común que, de un modo u otro, tendrán relación con la ciudad y esa heterogeneidad es una de las riquezas de la iniciativa. Otra es precisamente la llegada de esas miradas externas, que reinterpretarán Córdoba desde nuevos puntos de vista, otras culturas y bagajes. Y una tercera son las sinergias que se establecen entre los artistas, colaboraciones que irán surgiendo entre los residentes durante el mes en el que están en la capital pero también con los creadores locales, el segundo grupo del programa de ayudas de Artdecor, que proporciona otras doce becas para propuestas cordobesas.

En el primer café juntos, la recepción oficiosa (la oficial ha sido una fiesta este sábado), comienza la simbiosis. La plantea uno de los músicos residentes, el trompetista Julio Rigal, quien visita por primera vez España para desarrollar Camino musical Habana-Córdoba, una unión de Andalucía y Cuba a través de sus tradiciones musicales. Los ritmos cubanos y flamencos se fusionarán (aquí todo es amalgama) sobre una base de electrónica “para crear una mezcla única de sonidos y texturas que reflejen la pasión de ambas culturas”, explica. Para estrenar la pieza que salga de ese trabajo de investigación sonora necesitará apoyo: cantaores, músicos, bailaores, alguien que grabe vídeo. Y sentado a ambos lados tiene a un pianista flamenco, Jairo León, y a un creador audiovisual, Iván Candeo, partners perfectos para su propuesta: “Hablamos esta tarde”. De fondo, los residentes que trabajan la artesanía se organizan para buscar otro tipo de interacción: visitar la Feria de Alfarería y Cerámica de La Rambla.

León también busca la participación del entorno. El beso de mis manos tiene como objetivo “llevar el piano flamenco a su máxima expresión”. Partiendo de una serie de composiciones abiertas, el músico quiere que “la gente me guíe al interpretar, dejarme llevar por las sensaciones de alrededor”. Y la chilena Rosa Apablaza necesita la colaboración de los cordobeses para su investigación de la huella de los alimentos y la cocina latinoamericana en España en dos vertientes: los alimentos precolombinos y el impacto del proceso migratorio. “Quiero pasear, mirar en las tiendas, hablar con la gente, recopilar recetas”, explica la creadora. El resultado (anotaciones, vídeos, fotografías) se recogerá en un blog, pero llega con la idea de expandir su propuesta final con una performance.

Los artistas ucranianos Dudka Roksolana y Vartan Markarian, becados por Córdoba Ciudad de las Ideas

Una mirada crítica

Esa idea colaborativa es la base misma del proyecto Córdoba Ciudad de las Ideas, explica su promotor, Fernando Vacas. Con el triple eje de ciudadanía, cultura y sostenibilidad como filosofía del proyecto, estos tres conceptos deben tener presencia en las propuestas artísticas que se desarrollan. El objetivo es “conectar a la ciudad con otras industrias culturales”, traer otras miradas a Córdoba e impulsar una visión crítica en la población local. La idea tiene su germen dos décadas atrás y ha ido madurando desde entonces hasta fructificar el pasado año en la primera edición de las residencias artísticas, que dejó para la ciudad el mural de la Ronda de Isasa.

Esta obra fue ejecutada por Mikhail Korobkov y Olga Korobkova, una pareja procedente de Ucrania. Ciudad de las Ideas reserva una de las becas para artistas procedentes del país en guerra y en este caso son Dudka Roksolana y Vartan Markarian quienes van a desarrollar sus proyectos sobre una parte nuclear de la identidad de Córdoba, su relación con el agua y cómo esta ha ido configurando la ciudad a lo largo de la historia. El primero realizará una instalación de realidad virtual y video-mapping que explora cómo el agua ha sido esencial para la creación y el mantenimiento de la ciudad y su cultura. Markarian utilizará la realidad virtual y realidad aumentada para crear una serie de plantas que se colocarán en lugares históricos, visibles a través de un código QR, resaltando la importancia del agua y esa naturaleza urbana para los cordobeses a lo largo de los siglos. Un recorrido desde el pasado con el que avivar además el debate sobre la escasez de este recurso, convertido en problema global.

Con esa mirada diferente que busca el programa llega la bordadora Inés Grau. Es su primera residencia artística y su primera estancia en la capital, salvo un fugaz paso de niña. Y arriba “con los ojos abiertos, ojos nuevos para descubrir las calles, la gente, los elementos comunes que se repiten”. Sus primeras semanas aquí serán para empaparse de la ciudad antes de trasladarla a un mantel que refleje la identidad de Córdoba. Para ella es además un gran paso en su evolución artística, el que da de trabajar en casa a hacerlo de forma colectiva y exponer al gran público.

Dos proyectos de vídeo distintos registrarán Córdoba desde puntos de vista singulares. El venezolano Iván Candeo se fija en la relación entre ventanas occidentales y celosías orientales para resaltar la diferencia en la mirada desde ellas, “cómo en la ventana la mirada se expande hacia afuera, mientras en la celosía se proyecta hacia dentro”. En su primer paseo ya ha dado con algunas protagonistas, como las celosías de la Mezquita.

Mientras, Dennise Vaccarello recogerá en su segundo capítulo de Time Fossils momentos de la ciudad, la luz, voces. Ya ha empezado a registrar esos flashes y ya ha captado un mantra repetido: “Qué calor hace, esto no es normal”. Ese calor fuera de lo común puede que sea el eje de su trabajo, reconoce, pero de una forma muy sutil. En su caso, ya ha realizado varias residencias artísticas anteriores en diferentes puntos de Europa, una forma de poder llevar a cabo sus proyectos.

Completan el listado de residencias Alfredo Zamora con su proyecto musical Electrosinfonía digital del Guadalquivir; la bailarina Pepa Sanz, que presentará Caleidoscopio. Armonía Fractal; Rodrigo Márquez Tiziano trae Nuevas disposiciones de la noche, y Samuel Mac Fadden rodará La Dama. Colón y doña Beatriz. 

Las propuestas de los residentes de 2023 han sido seleccionadas entre más de 400 solicitudes presentadas a un programa que cuenta con 140.000 euros de presupuesto y la colaboración de un largo listado de entidades vinculadas a la Fundación Artdecor. Para recibir a los artistas, el programa ha celebrado hoy una fiesta en la Casa de las Campanas. Con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba y Cervezas Alhambra y la música a cargo de Ussuru Sound, Caribe Funk y DJ Sasquatch!, el acto ha servido para presentar a los residentes y sus propuestas. Es el pistoletazo de salida de su trabajo, que finalizarán en un mes.

Uno de los creadores locales de Ciudad de las Ideas, Antonio Escribano, se dirige al público.