El teniente de alcalde de Turismo, Pedro García, destacó ayer la "proyección internacional" que se ha logrado en la Feria Internacional de Turismo con una de las principales actividades: la cena que se celebró en el Hotel de las Letras al que acudieron varios embajadores de ciudades europeas y en la que se ofreció un showcooking de Kisko García. El responsable de Turismo aseguró que "esto no es fácil" aunque reconoció que Fitur es "una feria compleja en la que es muy complicado destacar". El edil se mostró a favor de revisar los contenidos y la programación que se lleva a la feria turística de Madrid, pero insistió en que "hay que estar" y que en estos días se han celebrado unas 40 reuniones profesionales entre distintos empresarios del sector. García insistió en que "por primera vez se han presentado productos nuevos" en relación a la promoción de las callejas de Córdoba, así como contar con Vicente Amigo como embajador de los Patios. "Ha sido muy positivo", insistió García, quien también destacó la parte profesional que se ha conseguido.

Esta edición de Fitur ha sido, como lo fueron las 46 anteriores, la de las presentaciones de proyectos que se desarrollarán a lo largo del año y que volverán a mostrarse al público una vez se acerque la fecha de su ejecución. Es inevitable recordar que de nuevo estas presentaciones contaron con la participación de los mismos de siempre, los que estarán de nuevo cuando el proyecto se presente en el Ayuntamiento, la Diputación o las Caballerizas Reales.

Los retos que se siguen marcando las administraciones respecto al turismo vienen a ser las mismas de todos los años y se resumen en una palabra: estacionalidad. Han pasado los años y Córdoba ha conseguido cifras récord de visitantes que han consolidado al sector en algunos aspectos, como la oferta monumental e histórica que nadie puede negarle a la ciudad. Sin embargo, la capital aún continúa como el territorio andaluz con la estancia media por visitante más baja de toda Andalucía o aquel en el que menos dinero desembolsan los turistas. El objetivo de acabar con la Córdoba de mayo ha estado presente cada año y por mucho que se haya intentado aún no se ha conseguido superar esa debilidad.