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Detalles para tener una noche mágica

  • Matasuegras, confeti, espumillón, uvas, champán o ropa íntima de color rojo son algunos de los 'ingredientes' imprescindibles para despedir el año y recibir 2009 como mandan las tradiciones

Llegó, por fin, uno de los días más esperados del año. Afortunadamente para muchos, hoy concluye un 2008 marcado por la mayor crisis de los últimos años. Esta noche, los desafortunados augurios desaparecerán por unas horas para dar pie a los mejores propósitos de cara a 2009, un ejercicio que tampoco pinta demasiado bien en lo económico pero para el que muchos esperan resurgir de las cenizas.

Haciendo caso a la tradición, esta noche la ciudad se vestirá de gala para despedir 2008 como se merece o, quizás, mejor de lo que se merece. Confeti, matasuegras, serpentinas, gorros, espumillón y, sobre todo, uvas son los ingredientes mágicos para hacer un Fin de Año inolvidable. Pero como cualquier gran cita, los prolegómenos también son importantes, por ello ayer era el día de buscar los artilugios necesarios para recibir a 2009 con toda alegría y optimismo.

El Palacio de los Caramelos ofrecía todo lo necesario para disfrutar intensamente de la Nochevieja. Desde las bolsas de cotillón y la nieve de spray, hasta chucherías y disfraces para los niños, un amplio abanico de posibilidades para hacer del 31 de diciembre una noche única.

Parece que durante estos días los cordobeses dejan a un lado las dificultades económicas para vivir cien por cien esta fiesta, pues, a juzgar por las ventas de ayer, la crisis no se nota "absolutamente nada", reconocía María, una de las dependientas de este céntrico establecimiento.

Hasta los tradicionales supermercados de comida diversifican estos días sus productos y se suben al carro de la celebración de Nochevieja, como es el caso de Mercadona, donde se podía comprar completas bolsas de cotillón por algo menos de dos euros. Pero, ¿qué no puede faltar en una Nochevieja?: las codiciadas uvas y el champán para brindar por un 2009 cargado de buenas noticias. Para los más sibaritas, hay uvas de lo más exclusivo, como las regadas en almíbar, sin semillas y preparadas para no atragantarse. El cava también lo hay para todos los bolsillos, desde botellas de apenas seis euros hasta marcas más exclusivas como Kripta, de 55 euros por unidad. Todo un lujo. Pero aún queda un último toque para despedir el año siguiendo cada una de las miles de costumbres que envuelven a este mágico día: vestirse con alguna prenda interior de color rojo.

Aunque es cierto que esta práctica es más común entre los jóvenes, cada vez son más las personas que prueban fortuna con ella y depositan todas las esperanzas para tener un Año Nuevo cargado de felicidad.

Las tiendas especializadas en complementos saben del cada vez mayor tirón comercial de la tradición, por ello los escaparates estaban repletos de ropa íntima de color rojo pasión. "Tenemos la costumbre de regalarnos las braguitas entre las amigas", explicaba Ana mientras cogía un modelo lleno de corazones diminutos en la tienda Oysho. "La bolsa de cotillón ya las tenemos y las uvas se encarga de comprarlas otra amiga de la pandilla", concluía. Su plan es reunirse en casa de una de ellas después de la cena y luego "irnos de pubs, pues los cotillones, además de ser caros, son aburridos".

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