OCURRE en ocasiones que un olor nos lleva a la infancia. La gastronomía es algo con un carácter de reminiscencia selectivo, pasional e incluso familiar. El sabor de una receta es el mayor estímulo de recuerdos que podáis imaginar. La filosofía de La Caña D'España persigue potenciar siempre esos recuerdos, sabores y olores, en cada tapa o plato, punto de encuentro alternativo en el que la diferencia de edad e ideología eliminan barreras gracias a la cultura. La marca nació, se desarrolló y se consolidó en Córdoba. Cocina basada en la tradición, actualizada con nuevos conceptos siempre desde el respeto a la materia prima, es la seña de identidad de este rincón culinario y de tertulia. Defensora de la innovación en el concepto de cervecería, su filosofía va más allá que un "sabor" gastronómico; adereza el "sabor" de su carta con literatura (biblioteca), cultura (prensa, revistas científicas, exposiciones), solidaridad (organiza "Los desayunos solidarios"), alternativa (temáticas gastronómicas de países) y, sobre todo, guardiana de uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad: el Templo Romano. En ocasiones, parece que dicho monumento histórico y este rincón gastronómico vanguardista, se miran a los ojos para contarse secretos en voz baja.

Pamela Córdoba, gerente del único local que actualmente tiene la marca, es la persona idónea para describir la evolución de la misma y recuerda la apertura en esta zona hace ya casi cinco años. Se inauguró un 30 de septiembre, cuando ya el calor cordobés iba amainando; nacía un sueño de los que se viven lejos de la noche, de los que se disfrutan despiertos.

-Claudio Marcelo en aquellos momentos era sombría, sin dinamismo y el Templo estaba "encerrado" entre rejas. ¿Qué lleva a una marca que tenía otros locales en pleno rendimiento a apostar por una zona de futuro incierto?

-Creo que fue un paso necesario para el asentamiento de la marca en la ciudad. En años anteriores la expansión se había desarrollado en locales de características similares al de su "nacimiento", en barrios con un "target" muy definido, se tuvo claro que Córdoba estaba avanzando en su camino como destino turístico. Quería formar parte de esa nueva etapa de la ciudad, era momento para desarrollar ideas, potenciar zonas emergentes.

-¿Qué aceptación tuvo el local?

-Recuerdo los primeros días, nuestra extensa carta de desayunos, (puedes elegir tipo de pan, aceite, tostadas especiales…) sorprendieron hasta tal punto que nos convertimos en un referente de la zona. Por otro lado la "esencia del sabor" de La Caña D'España es la elección de una tapa con la consumición. Fuimos pioneros en Córdoba de esta filosofía, abriendo camino hacia un nuevo modelo de hostelería acorde con la demanda que estaba surgiendo en la ciudad, el centro y su entorno asentaron este nuevo modelo.

-¿Qué papel tuvo La Caña D'España en la reanudación de la obra del Templo?

-Demostramos que la zona era de gran interés y que liberar al Templo de la estructura metálica que lo ocultaba era primordial para que los locales vacíos atrajeran inversión de nuevos empresarios.

-¿Qué aporta La Caña D'España a #CómeteCórdoba?

-Aporta perseverancia de continuar abierta contra viento y marea, aderezando cada tapa con la esperanza del futuro del entorno, siendo guardiana del Templo Romano, atendiendo a cada turista o cordobés a cualquier hora del día. Queremos aprovechar este altavoz para comentar que nos enfrentamos a una nueva obra en la calle, con meses de facturación pésima. Es la segunda actuación que sufrimos y estamos preocupados; cambios de tráfico, ruidos, polvo… Lamentablemente, implicará cierre de negocios, reducción de personal y una lucha intensa por seguir trabajando por el bien común de la ciudad. Pero, con más ganas si caben y el mismo amor que al principio, seguimos apostando por la importancia de la calle Claudio Marcelo y por su recuperación como principal eje económico de la ciudad. La Caña D'España continuará con sus puertas abiertas, con veladores o sin ellos, pero contando en todo momento con que nuestra esencia se asienta firme y contundente sobre el Templo Romano.