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Dos puntas, ¿solución o problema?

En el fútbol moderno, jugar con dos delanteros más que una apuesta segura puede convertirse en una auténtica temeridad. ¿Cuántos equipos juegan en Primera y en Segunda de esta forma? Pero cada entrenador (ya saben aquello de que cada maestrillo...) maneja un abanico de sistemas, no muy extenso la verdad, que año tras año propone habitualmente a la plantilla confeccionada por el club que le contrata. En muchas ocasiones sin reparar en que, posiblemente, o el sistema no sea el más recomendable por objetivos o los jugadores no se adaptan al mismo.

José Luis Oltra, un técnico relativamente joven en cuyo curriculum encontramos páginas muy brillantes con otras no tanto, sustenta sus planteamientos apoyándose en una filosofía de juego basada en el buen trato de balón. Eso ha sido evidente desde sus comienzos. Como habitual ha sido ver a sus equipos jugar con dos delanteros, tirando a uno de ellos, sobre todo en las últimas temporadas, más atrás, haciendo las veces de falso nueve o de mediapunta. Y en Córdoba se mantiene fiel a ese estilo.

No obstante, hay que partir de la base de que no siempre se ataca mejor por utilizar más delanteros. A sus órdenes tiene en la plantilla blanquiverde mucha artillería. Tal vez demasiada. Lo que para algunos suele ser un problema por la ausencia de atacantes, para el valenciano puede resultar un condicionante importante. Tres delanteros de un perfil muy similar (Xisco, Florin Andone y Arturo), Pedro Ríos que puede desempeñar esa función cayendo con criterio a las bandas, más Pineda, casi inédito por lesión pero con pasado reciente goleador en la liga chilena.

En un pasado no muy lejano, el Córdoba fichó a tres de los mejores goleadores del ejercicio anterior. Vinieron Mate Bilic, Mariano Armentano y Silvio Pulpo González. Mayor garantía para la época resultaba imposible. Pues al final ninguno de los tres funcionó, porque cuando jugaban juntos sólo uno podía desempeñar la función y la posición más habitual en ellos. A pesar de estos antecedentes, más por una cuestión numérica que por otra cosa, en estas condiciones no resulta extraño que Oltra apueste por utilizar al menos a dos de estos cinco hombres.

Sin embargo, en esta Segunda División igualada a más no poder por la escasa inversión de la mayoría de los clubes participantes en su esfuerzo por no seguir endeudándose, utilizar dos delanteros parece facilitar el trabajo defensivo del rival y restar potencial numérico a su mediocampo, esa zona en la que se dirime la batalla vital para acabar ganando los partidos.

Frente al Valladolid, Florin Andone y Xisco formaron la dupla atacante. El balear se hartó de bajar a recibir a mediocampo para iniciar la transición defensa-ataque. Y lo hizo francamente bien, aunque Xisco no es un mediapunta al uso porque no es un enganche con la calidad y con la capacidad de sacrificio para trabajar en la presión para ahogar la salida de balón del rival. Y, además, si tiene que desempeñar esa labor tendrá más complicada la tarea para la cual regresó del Mallorca al Córdoba: marcar goles. De hecho, ante el equipo pucelano, muy lejos de lo que debe ser un candidato al ascenso, fue sin embargo Fidel, que salía desde el banquillo, el que logró el tanto de la victoria.

El pasado sabado, con la ausencia de Xisco por lesión, el Córdoba formó en Butarque con Pedro Ríos, más libre de movimientos, y con Florin Andone como hombre mas adelantado. Tampoco lograron su estreno goleador en esta liga. Tuvo que ser Markovic, tras el lanzamiento de un golpe franco directo, el que consiguió el tanto que momentáneamente metió al equipo en el partido para intentar igualar al menos el imposible 3-0 que se dejó colocar en el marcador por un Leganés que fue de menos a más.

Por cierto, que en el centro del campo Markovic sigue jugando solo contra el mundo y ni Luso, carente de calidad y regularidad, ante el equipo de Pucela, ni Víctor Perez ante el Leganés, en clara baja forma todavía, parecen ser su definitiva pareja de baile.

Está claro que no todo estaba bien por ganar en la jornada inaugural ni ahora debemos rasgarnos las vestiduras por perder justamente ante un rival inferior al Córdoba por plantilla, pero que el sábado pasó por encima gracias a dos o tres de sus individualidades y a la incapacidad manifiesta cordobesista de imponerse a ellos en defensa.

Visto lo visto, tal vez un profundo análisis deba realizarse para modificar aquello que sea necesario, porque hay potencial para estar arriba y hay tiempo para ello. Esta Liga es muy larga. Larguísima. Y esto no ha hecho más que empezar.

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