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Presión, bendita amiga

  • Sustentado en sus buenas sensaciones, el CCF quiere prolongar su escalada ante un rival directísimo que baja a domicilio Berges repetirá once pese a poder contar ya con Armando

Quedan 17 partidos, casi cuatro meses aún de competición, pero en el ambiente se respira que el CCF está en un momento cumbre de la temporada. Nada será definitivo, ni para bien ni para mal, pero sí puede marcar el camino hacia el futuro. Limpiarlo de piedras o embarrarlo aún más. El conjunto blanquiverde vive su mejor etapa de todo el curso, anda fino, las sensaciones son mejores a cada semana que pasa y los resultados acompañan. Un cóctel perfecto con el que soñar hacia un final feliz que debe encontrar su mejor aliado en El Arcángel, por donde pasan la mayor parte de las opciones de hacer una gran gesta. De momento, el equipo de Rafa Berges ha recuperado el paso en casa, algo que hoy debe refrendar ante un rival directísimo por las posiciones nobles de la clasificación, un Alcorcón que lejos de Santo Domingo baja muchos enteros... aunque también ha dado más de un susto. La faena es de aúpa. Y nadie -o casi nadie- se la quiere perder. Sólo el sancionado López Silva y Xisco, al que se espera para la próxima semana en Gerona, son bajas tras el alta médica de Armando, aunque todo indica que el técnico repetirá el once que tan buena respuesta dio la pasada semana en el fortín del líder.

El Córdoba acumula una magnífica racha de cuatro victorias y dos empates. Seis jornadas sin perder, todas las que se llevan de 2013, en las que ha presentado con todos los honores su candidatura a pelear por todo. Una trayectoria avalada por los resultados, pero que va mucho más allá. Las sensaciones que está desprendiendo son de equipo grande. El mensaje es que no hay que temer a nadie, tal y como luego se refleja en la batalla librada en cada terreno de juego. Con el balón, nadie discute la supremacía blanquiverde en una categoría en la que muy pocos se atreven a jugar al fútbol de verdad. Lástima de esa falta de contundencia ofensiva que ha impedido que el salto de calidad fuera mucho mayor. Pero no sólo con la pelota se maneja bien. En un deporte donde tan importante es ganar la partida en el área contraria como en la propia, el CCF ha dado un valioso paso al frente en tareas defensivas. Sólo un gol ha encajado en las seis citas ligueras recientes -el trámite de la vuelta de la Copa en Barcelona es otra historia bien distinta-, lo que ha minimizado enormemente el riesgo de volver a tropezar.

Ese tanto llegó en El Sardinero. Porque en El Arcángel nadie ha osado a poner en duda la tranquilidad de Alberto García. Tras ese 0-2 ante el Recre con el que se despidió de malísima forma el 2012, el Numancia, el Murcia y el Lugo cayeron en la ribera del Guadalquivir sin poder dejar una muesca en la portería cordobesista. Todos siendo víctimas del crecimiento, especialmente en confianza, de un grupo al que ahora mismo es difícil poner límites. En la caseta no se olvidan de ese mensaje aparentemente pausado del partido a partido, pero todos miran de reojo una segunda plaza que pareció estar imposible y que ahora se ve al alcance de la mano. Berges es el primero que cree que es posible. Y lo transmite a los suyos. Un equipo que la gente empieza a saberse de memoria y que en estos momentos sólo se ve amenazado de cambio por los imponderables de la competición. No parece el caso del día de hoy, pues a pesar de que Armando ya está disponible, lo normal es que Alberto Aguilar repita como central junto a Kiko Olivas. El resto deben ser los mismos que vienen de poner en dificultades al Elche ante su público. Pues cuando algo funciona, para qué tocarlo...

Es lo contrario de lo que debe pensar Pepe Bordalás. Porque a pesar de llevar toda la campaña asentado en los puestos de play off, al Alcorcón le falta coger el pulso como visitante. Toda la fiabilidad que tiene en Santo Domingo se desmorona cuando sale de Madrid. No en vano, sólo ha sumado cuatro triunfos, por nueve derrotas, a domicilio. Una fase especialmente preocupante en los últimos dos meses, con tres reveses contundentes, sin hacer gol y encajando hasta ocho para convertir su defensa en la más perforada fuera de casa de toda la Segunda. Eso sí, no todo ha sido malo, pues dos de las alegrías llegaron ante rivales directos como Las Palmas (1-3) y el Almería (0-1). Con todo, y con la experiencia reciente, el técnico amarillo baraja la posibilidad de modificar su clásico 4-2-3-1 para blindar el centro del campo consciente de la dificultad de contrarrestar el juego al pie del CCF. Sería dar un paso atrás. Pero visto que con las armas habituales cualquiera le pasa por encima... Pero eso es algo que no debe preocupar lo más mínimo al CCF, un equipo que hoy quiere seguir aumentando esa sensación de presión que, ojalá, lo acompañe hasta el último suspiro del campeonato. Sería la mejor señal...

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