Córdoba

Recetas para mantener el casco histórico

  • Un manual de rehabilitación de fachadas en el casco realizado por el Ayuntamiento recoge criterios técnicos que se tendrán que seguir cuando se acometa una obra en la zona

El Ayuntamiento de Córdoba invirtió el pasado año unos 650.000 euros en la mejora del casco histórico de la ciudad -se acometieron unas 200 actuaciones-. El alcalde, José Antonio Nieto, apuntó a finales de 2014 que la intención de su equipo de gobierno era la de que este año esa cifra llegara a ser de unos 800.000 euros. No obstante, el Consistorio cuenta ya con otra herramienta para conseguir que los vecinos de esa parte de la ciudad -en el casco histórico viven unos 30.000- contribuyan a su buen mantenimiento. El llamado Manual de Rehabilitación de Fachadas-Casco Histórico de Córdoba, a disposición de los ciudadanos hace tan sólo unas semanas, incluye una serie de recomendaciones para, como ya apuntó el alcalde, "evitar actuaciones poco recomendables que se han detectado y que, en algunas ocasiones, han ocasionado daños más graves que el propio deterioro por el paso del tiempo". El documento incluye criterios técnicos que se tendrán que seguir cuando se acometa una obra en el casco histórico. "El objetivo, no obstante, es que el manual no solo se limite al ámbito de las administraciones públicas, sino que también se pueda incorporar a las acciones de particulares cuando se actúe en espacios privados", matizó.

El manual recuerda que las fachadas de los edificios históricos requieren de un mantenimiento y una conservación a lo largo de los años, con el objetivo de no sólo conservar sus prestaciones de habitabilidad y seguridad, sino de poner en valor su calidad edificatoria tradicional. En este sentido, insiste, parafraseando el artículo 155 de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, en que "los propietarios de terrenos, construcciones y edificios tienen el deber de mantenerlos en condiciones de seguridad, salubridad y ornato público, realizando los trabajos y obras precisas para conservarlos o rehabilitarlos, a fin de mantener en todo momento las condiciones requeridas para la habitabilidad o uso efectivo".

Este libro de recetas para el mejor mantenimiento posible recuerda asimismo que Plan Especial de Protección del Casco Histórico (PECH), aprobado en 2003, reconoce una protección individualizada mediante catálogo de monumentos (119 inmuebles), edificios (513), y conjuntos (1.163); o lo que es lo mismo, 1.795 inmuebles protegidos. "La mayoría de los edificios catalogados pertenece a edificios de viviendas con múltiples ejemplos de casas-patio y otros como palacios, casas solariegas o corrales de vecinos, existiendo casos en que se encuentran deteriorados, infrautilizados, desocupados o con usos incoherentes con la caracterización arquitectónica", puntualiza.

A la hora de plantear la rehabilitación de las fachadas, el documento destaca dos tipologías, las de edificación renovada y el caserío tradicional. Las de edificación renovada se concentran fundamentalmente junto a la calle Cruz Conde, la plaza de las Tendillas, la calle Nueva y sus alrededores. De marcado carácter historicista, se mezclan en ellas estilos como el modernista, el regionalista y el neobarroco, y presentan regulares composiciones rítmicas con frecuentes elementos formales como balaustradas, apilastrados o cornisamientos, y con un interesante tratamiento de las esquinas curvas. En ellas es frecuente el uso de ladrillo visto y la piedra combinados con revestimientos continuos.

Las fachadas de caserío tradicional predominan, sobre todo, en la Judería y en los barrios de San Basilio, Santa Marina, Costanillas, San Lorenzo, San Andrés, La Magdalena y San Pedro. O lo que es lo mismo, en la mayor parte del casco histórico. Estas fachadas presentan predominio del macizo sobre los huecos. Alternan soluciones elementales con otras más elaboradas, dominando el acabado enfoscado blanco. En algunos casos los huecos verticales llegan hasta la rasante en la planta baja y se abalconan en las altas. En los casos más antiguos la composición es irregular y carecen de correspondencia vertical en los huecos.

Con el fin de orientar a los propietarios, el Ayuntamiento les invita a localizar posibles patologías en las fachadas y a considerar la necesidad de solicitar asesoramiento técnico, además de recomendarles solicitar presupuesto para la asistencia técnica a "varios técnicos competentes o arquitectos", asesorarse sobre las subvenciones vigentes que conceden para rehabilitación administraciones públicas como Vimcorsa, la Consejería de Fomento y Vivienda y el Ministerio de Fomento. También se les recomienda consultar Gerencia Municipal de Urbanismo tanto la posibilidad de exención de tasas como el tipo de licencia a solicitar en función del alcance de las obras.

Asimismo, para la ejecución de las obras se recomienda solicitar presupuesto a varias constructoras.

Para que los propietarios puedan realizar un diagnóstico del estado de conservación de sus fachadas y comprobar así si es necesaria la rehabilitación, el manual aclara la relación de patologías que estas pueden sufrir destacando cómo deben ser los sistemas constructivos tradicionales. "Las partes que componen sus fachadas son el muro, el soporte, las carpinterías y los acabados", expone. Respecto al muro, especifica que deben ser de tapial, mixto de tapial y ladrillo o piedra, de fábrica de ladrillo o de piedra; mientras que respecto a la carpintería tradicional indica que en fachadas suele ser de madera pintada en puertas y en ventanas, con empleo de postiguillos para el control solar. También es frecuente encontrar carpinterías de acero pintado usualmente en grandes elementos acristalados. En cuanto a la cerrajería, es habitual el empleo de hierro macizo.

Las patologías pueden afectar a la impermeabilidad, provocadas por humedad capilar -al subir el agua por acumulación por las paredes manifestándose con manchas-, de condensación -al condensarse vapor de aire contenido en el aire en las paredes y traer consigo hongos y olor a humedad-, de filtración -producida por la lluvia y que aparece con formas variadas más oscuras en el lugar donde se produce la filtración y más clara en los bordes- y accidental -por roturas de instalaciones o fallo de impermeabilización o sellado de elementos-. Otros tipos de patologías recogidas en el manual y que se recomienda diagnosticar son los desprendimientos y aquellas otras que afectan a la estabilidad del edificio. "Los materiales o los sistemas para corregir las deficiencias deben ser compatibles para impedir que se produzcan rechazos entre lo nuevo y lo viejo, tanto estéticamente como constructivamente, procurando usar técnicas similares a las originales. Deberá pues existir un profundo conocimiento, no sólo de la técnica con que se construyó la obra a restaurar, sino de las leyes arquitectónicas reconocibles en edificios de la misma época", insiste el manual.

Así, por ejemplo, en el caso del tratamiento de humedales se incide en que los producidos por encharcamientos se pueden evitar mediante la ejecución de canaletas pavimentadas en la base del muro o con drenajes enterrados perimetrales, mientras que se destaca que los humedales por capilaridad se pueden combatir mediante la ejecución de cámaras de aireación. Mientras, para los revestimientos se insiste en el uso del mortero de cal, que se aplica manualmente en el muro con paleta. Además, se insiste en la necesidad de limpiezas superficiales de las fachadas, aportando métodos que van desde la limpieza de la piedra con agua o métodos mecánicos sencillos -como bisturí, espátulas, papel de lija o piedra pómez- hasta la efectuada con chorros de arena seca o húmeda, la limpieza química, la realizada con láser o la aplicación de ultrasonidos.

Para la reparación de los materiales cerámicos se recomienda la limpieza, protección y sustitución -esta última sólo en los casos más graves en los que no sea posible la limpieza y protección- y para la carpintería de madera se orienta sobre los tratamientos contra los insectos que la afectan y se insiste en que sólo ante la imposibilidad de rehabilitación se podrá optar por la sustitución.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios