El presidente del Consejo del Brandy de Jerez, Evaristo Babé, figuraba en el listado de poco más de una decena de trabajadores de los consejos reguladores del vino y el espirituoso jerezano que reunían los requisitos para prejubilarse a través del expediente de regulación de empleo (ERE) aprobado por la delegación provincial de Empleo de la Junta en abril de 2009. El propio Babé, antes de que saltara el escándalo de los ERE, y mientras el actual presidente del Consejo del Vino, Antonio Fernández, fuera aún consejero andaluz de Empleo, renunció a su derecho a acogerse al ERE para mantenerse en activo. Desde el punto de vista legal, Babé tenía pleno derecho a cobrar del ERE tanto por edad como por el tiempo de cotización, pero tras consultar con las bodegas representadas en el pleno de la institución, que le garantizaron su continuidad en el puesto con carácter indefinido, decidió renunciar a la prejubilación. "Ni lo he aprovechado ni tengo intención de hacerlo. Renuncié porque podía y quería seguir trabajando", afirmó Babé, quien tiene una prórroga de un año para aceptar la ayuda, concedida por la Junta mientras la aseguradora tramita su baja definitiva. Babé explicó que la incorporación al listado de prejubilables no se solicita por el afectado, sino que se realiza automáticamente si el trabajador reúne los requisitos.