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Medio Ambiente finaliza con dos sueltas la liberación de linces en el Guadalmellato

  • La Junta contabiliza la pervivencia de 200 ejemplares en los bosques de Sierra Morena entre Montoro, Cardeña y Andújar

El alcalde y el delegado de Medio Ambiente liberan un ejemplar.

El alcalde y el delegado de Medio Ambiente liberan un ejemplar. / el día

Otros dos linces ibéricos campan ya a sus anchas por el Guadalmellato. El delegado de Medio Ambiente, Francisco de Paula Algar, acompañado por los alcaldes de Villafranca, Francisco Palomares (PSOE), y Montoro, Ana María Romero, liberaron ayer dos nuevos ejemplares en la finca La Ventilla, situada en el término municipal de Villafranca, para "asegurar la pervivencia de la especie en la zona", una suelta pública con la que la Junta de Andalucía dio por finalizada la campaña de liberaciones de ejemplares de lince ibérico en estas comarcas.

En esta ocasión, se trata de Noa, una hembra nacida en 2016 en el centro de cría en cautividad Zarza de Granadilla (Cáceres), descendiente de la hembra Hubara y del macho Hache, y Navío, un macho nacido en el mismo lugar y el mismo año, descendiente de la hembra Jarilla y del macho Gazpacho. Este último ejemplar fue extraído del medio natural debido a la muerte de su madre, localizada gracias al radiocollar que portaba.

Medio Ambiente recordó que este año se ha producido la liberación de diez ejemplares, cinco en la zona de Guadalmellato y cinco en la zona de Guarrizas, que han sido seleccionados en función de las necesidades genéticas de cada zona. La iniciativa se desarrolla en el marco del proyecto Life Iberlince, coordinado por la Junta de Andalucía, que contempla una serie de medidas para asegurar la conservación de la especie en el territorio andaluz y su reintroducción en otras áreas de la Península Ibérica.

El delegado de Medio Ambiente destacó que "la ayuda y la implicación ciudadana" son fundamental para la reintroducción de la especie. Además, subrayó que la Junta "fomenta la transmisión de los valores para la defensa del lince ibérico desde edades muy tempranas". De ahí, por ejemplo, la invitación de ayer a varias decenas de escolares del colegio Teresa Comino, de Villafranca de Córdoba, y de tres centros de Montoro -Nuestra Señora del Rosario, San Francisco Solano y Épora-.

Algar resaltó que los trabajos para la conservación del lince "están dando sus frutos", ya que de 94 ejemplares que quedaban en Andalucía en 2002 se ha pasado a 397 en 2016, lo que además supone un incremento de 36 ejemplares con respecto al censo de 2015. Los resultados confirman la tendencia al alza registrada año tras año. En total, se han alcanzado 475 ejemplares en toda la Península Ibérica, una cifra que desde el proyecto Life+Iberlince se pretende afianzar en los próximos años.

El incremento de ejemplares de lince ibérico en Andalucía se ha producido en buena medida gracias al aporte de dos de las zonas donde está más presente: la de Guarrizas (Jaén), donde hay censados 70 ejemplares, y la de Andújar-Cardeña-Montoro, donde se han contabilizado 198, cifra que aumenta con esta suelta. Además, se ha producido una disminución del impacto de los atropellos en un 30% sobre el total de la población en relación con el período 2006-2011, y una disminución de la mortalidad por caza furtiva en un 20% en el mismo período.

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