Parecía que le habían hecho caso al portavoz andalucista, Emiliano Pozuelo. "El PSOE y el PP deberían decirle de una vez a sus direcciones provinciales que dejen de una vez en paz a Pozoblanco", dijo el edil del PA. Y anoche tanto el secretario provincial de los socialistas, Juan Pablo Durán, como el presidente del PP, José Antonio Nieto, dejaron en paz a Pozoblanco, ya que no asistieron a un Pleno en el que todas las quinielas apostaban porque o bien el socialista Manuel Llergo o el popular Baldomero García acabaría como alcalde.

Tan sólo IU sintió el apoyo de los que mandan desde Córdoba, el resto tuvo que conformarse con los más importantes para ellos, sus familiares y amigos, quienes muy educadamente rompían en aplausos en cada intervención sin proferir ningún tipo de palabra malsonante. Por no haber no hubo ni compañeros alcaldes del PP o del PSOE de otros pueblos de Los Pedroches.

"Es una vergüenza que el voto de un tránsfuga haya puesto en el Ayuntamiento de Pozoblanco a la derecha más rancia", insistía el coordinador provincial de IU, Francisco Martínez, quien llegó acompañado a la sesión de otros militantes de la provincia como Francisco Urbano. Antes, la portavoz de la coalición, Manuela Calero, tildó el resultado de la votación de vendetta personal de Benito García de Torres contra el que fue su equipo de gobierno.

Mientras, Pozuelo tachaba de "muy gratificantes" los "cuatro días" que el ex regidor Benito García de Torres le había concedido para saborear las mieles de una Alcaldía en funciones al nombrarle el mismo día de su dimisión en el cargo de teniente de alcalde para que convocara el Pleno de anoche. Las palabras de Andy Warhol de que todo el mundo necesitaba al menos en su vida unos 15 minutos de gloria se habían hecho carne en él.

Entre frase literaria y frase literaria, el fugaz alcalde del PA invitó a los socialistas a regenerar el partido para poder volver a ganarse la confianza de los pozoalbenses. "No se preocupe, señor Pozuelo, ya lo estamos haciendo; la lista del PSOE de Pozoblanco se va a quedar más clarita y transparente", le contestó el portavoz de ese partido, Serafín Pedraza, para poner el epílogo a una denuncia papel en mano hecha en su alocución por el ex alcalde García de Torres, quien insistió en que otros 12 militantes socialistas han sido expulsados como él del partido "por pedir una asamblea democrática", con la que pretendían ponerle una moción de censura al secretario general local Manuel Llergo.

Durán, Nieto y otros cargos no sólo se perdieron el suspense de la votación y esas palabras que han quedado ya para la historia. Tampoco vieron una joya de la democracia, una pequeña urna de cristal donde se depositan las papeletas que luego decidirán quien es el alcalde. Hubo quien no despegó los ojos de ella cuando la soltó Antonio [uno de los trabajadores municipales]. Durán, Nieto y otros cargos se lo perdieron. Ellos sabrán por qué.