Jesús López Cobos. Director de orquesta

"La magnífica labor que ha hecho la Orquesta no puede ser malograda"

  • El zamorano dirige este año el concierto extraordinario de Navidad de la Orquesta de Córdoba (sábado y domingo próximos), centrado en 'Un réquiem alemán' de Brahms.

Jesús López Cobos (Toro, 1940) se pone al frente de la Orquesta de Córdoba (cuyo batuta titular es su hijo, Lorenzo Ramos) para dirigir, el sábado y el domingo próximos en el Gran Teatro (20:30, con las entradas de 7 a 23 euros), el concierto extraordinario de Navidad. Ganador en 1981 del premio Príncipe de Asturias de las Artes, exdirector de la Orquesta Nacional de España y director emérito de la Cincinnati Symphony Orchestra, López Cobos regresa a una ciudad que conoce desde su juventud (vivió unos años en Málaga y recorrió Andalucía) para dirigir Un réquiem alemán de Johannes Brahms en un concierto que contará con la participación del Coro de Ópera Cajasur, el Coro Ziryab, la soprano Arantza Ezenarro y el barítono David Menéndez.

-¿Qué supone esta composición en el conjunto de la obra del alemán? ¿Cuál ha sido su relación con ella a lo largo de su trayectoria y con qué orquestas la ha tocado?

-El Réquiem alemán es una obra fundamental no sólo en la producción de Brahms sino también en el repertorio sinfónico coral del siglo XIX. Brahms comenzó a escribirlo en 1856 y lo término en 1868 poco después de la muerte de su madre. Está encuadrado en la tradición que venía de Schütz y al mismo tiempo nos presenta un réquiem sui géneris lejos de la tradición del réquiem católico. Brahms mismo escogió los textos de la Escritura para ofrecernos un réquiem para los vivos, para reconciliarnos con la idea del sufrimiento y la muerte. Aunque Brahms hubiese escrito sólo esta obra, habría pasado con nombre propio a la historia de la gran música. Mi relación con la obra ha sido intensa durante toda mi carrera; la he interpretado en Lucerna, Cincinnati, Madrid, Canarias (con la Orquesta de la Radio de Hamburgo), Santander (Orquesta Filarmónica de Londres) y Galicia.

-¿Cómo analiza la delicada situación por la que atraviesa la Orquesta de Córdoba (y muchas otras españolas)? ¿Es optimista respecto a su futuro?

-Conozco y lamento la delicada situación que atraviesa la Orquesta y quiero ser optimista y pensar que la magnífica labor que ha hecho desde su fundación y que ha llevado el nombre de Córdoba y su cultura por doquier no puede ser malograda por quienes piensan que la cultura no es fundamental para la identidad de una ciudad o de un país. Espero de corazón que el sentido común se imponga y no se destruya lo que se construyó con tanta ilusión y trabajo.

-¿Qué nivel medio percibe hoy en las orquestas españolas?

-Ha subido en los últimos años a un nivel inimaginable para los que vivimos la vida musical española entre 1940 y 1980.

-¿Qué valores, qué elementos de la cultura musical centroeuropea deberíamos absorber en España?

-Creo que todo lo que tiene que ver con el trabajo en equipo, la falta de improvisación o la estabilidad de las instituciones y la independencia de las mismas respecto a las política son aspectos que podemos aprender de los países centroeuropeos.

-Y el panorama orquestal europeo, ¿cómo está?

-El panorama orquestal europeo no es homogéneo pues depende de qué país se trate. Los países en los que la música forma parte de su tradición cultural y por lo tanto de su identidad como país (Alemania, Austria, Rusia e Inglaterra son algunos ejemplos) han sufrido menos los efectos de la crisis. Los otros, entre los que se encuentra España, han sufrido mucho más, pues la música ha sido considerada un lujo para élites del que se puede y debe prescindir.

-¿Qué cambios desde su punto de vista habría que realizar en el sistema de educación musical?

-La enseñanza es el punto clave. Hacer que todos tengan acceso a la Música con mayúsculas desde la más temprana edad es el único camino. Hoy formamos a la juventud sin atender a su formación integral. Se deja a un lado la formación del espíritu, para la que es esencial la enseñanza de las artes en general y de la música en particular.

-¿Qué compositores le conducen en mayor medida hacia el misterio?

-Bach, Beethoven, Brahms, Bruckner me llevan directamente a un mundo superior.

-¿A quién no dejará nunca de escuchar?

-Nunca dejaré de escuchar a Mozart. Es mi compositor para la isla desierta.

-¿Qué proyectos tiene para los próximos meses?

-Werther en la Ópera de Roma, conciertos con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, conciertos en Washington con la National Symphony Orchestra y en Colonia con la Gürzenich Orchester y una nueva producción de Don Pasquale en el Teatro de la Ópera de Viena junto a funciones de La italiana en Argel y Nabucco.

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