arte | nueva exposición temporal en málaga

El deseo de atrapar la realidad efímera

  • El Museo Carmen Thyssen inaugura 'La apariencia de lo real', una muestra temporal compuesta por 54 obras que se adentran en el último medio siglo del realismo español

El deseo de atrapar la realidad efímera

El deseo de atrapar la realidad efímera

Durante tres veranos, a la misma hora y bajo idéntica intensidad lumínica, sombras y reflejos, Gerardo Pita (Madrid, 1950) acudió al edificio Torre Espacio para pintar entre 2008 y 2010 una impresionante Vista de Madrid. Con su pincel minucioso escrutó y plasmó cada detalle capaz de observar. Hasta la más lejana línea del horizonte dejó capturada en una foto fija de extraordinaria precisión. Igual de fiel, tanto que resulta tremendamente difícil no pensar en una imagen tomada con una cámara, fue César Galicia (Madrid, 1957) en el retrato El boxeador 1988. Y Manuel Franquelo (Málaga, 1953) dibuja una cinta en un original bodegón que se podría mover con un soplo, que se alcanzaría a agarrar con los dedos. Son ejemplos del realismo que se ha hecho en España en el último medio siglo, el que ha permanecido frente al informalismo, a la abstracción o a cualquier otra corriente para intentar atrapar esa realidad efímera, a veces, fútil que nos rodea.

El Museo Carmen Thyssen Málaga fija su mirada en este lenguaje creativo en la nueva exposición temporal La apariencia de lo real. Cincuenta años de arte realista en España (1960-2010) que se puede visitar desde ayer hasta el 10 de septiembre. Un total de 54 obras organizadas en cuatro secciones ayudan al espectador a confrontar el arte de tres generaciones consecutivas con su tradición, hecha ejemplo en piezas de artistas de los siglos XVII, XVIII y XIX. Se trata, como explicaron desde la pinacoteca, de un grupo heterogéneo de 22 creadores y el panorama mostrado recoge la riqueza del realismo como corriente estética, con propuestas personales muy diversas, desde el realismo, la figuración, el realismo mágico, el hiperrealismo o el fotorrealimo. La baronesa Thyssen y presidenta de la Fundación Palacio de Villalón, Carmen Cervera, inauguró ayer la muestra, que ha contado con el patrocinio de la Fundación Unicaja.

"Es un gran placer estar en Málaga, en una ciudad maravillosa con estos grandes artistas, que nos han prestado sus obras para esta exposición tan bonita y tan especial", dijo Carmen Cervera y añadió que "el realismo siempre me ha gustado muchísimo, implica un trabajo muy minucioso". Lourdes Moreno, comisaria de la exposición y directora artística del museo, apuntó que "todos los pintores han acogido con especial ilusión este proyecto, Julio López, Isabel Quintanilla, Gerardo Pita, Cristóbal Toral, Eduardo Naranjo, Cesar Galicia... Todos han hecho un gran esfuerzo y han dejado obras de sus propias colecciones". En el caso de Eduardo Naranjo y su obra Vanesa, Moreno comentó que estaba a punto de irse a China para una exposición y "gracias a su deseo de que pudiera participar en la muestra está aquí; César Galicia también ha hecho algo similar con una obra fantástica como es El boxeador", agregó la directora del centro.

En la tercera planta del museo la Naturaleza muerta con plato de membrillos de Francisco de Zurbarán (mitad del siglo XVII) abre un recorrido que se inicia con el bodegón, "quizás una de las temáticas con más tradición en el ámbito de la pintura española donde, a veces, ese deseo de atrapar la realidad termina en un trampantojo, en un engaño visual, aunque al fin y al cabo toda esta pintura es un engaño, porque en un formato bidimensional se pretende la tridimensionalidad", subrayó Lourdes Moreno. Las obras de los maestros antiguos dialogan con las realizadas por las generaciones de los años 30, 40 y 50 para poder apreciar "ciertos aspectos de continuidad y otros de completa renovación, puesto que épocas, situaciones y pensamientos son muy distintas", comentó la comisaria de la muestra.

De las Naturalezas vivas, de las Calabazas dibujadas por Antonio López y de su Conejo desollado, se pasa a la Realidad figurada. "La figura ha sido otro tema revisitado por los autores contemporáneos y ahí hemos puesto ejemplos del barroco y del siglo XIX donde el trampantojo es muy audaz y evidente, y obras también en las que existe un hilo conductor muy explícito con la tradición, con la tradición de la Maja, en el caso del desnudo de Eduardo Naranjo, con la tradición clásica en el caso de Julio López, algunas de sus obras escultóricas tienen que ver incluso con temas de arqueología, y también en el engaño visual de El boxeador que parece una fotografía siendo realmente una pintura", comentó Lourdes Moreno.

Luces interiores y A pleno sol, paisajes de dentro y fuera de las paredes del hogar, del estudio, visiones de la cotidianidad, completan el recorrido. "El paisaje se muestra cómo ha sido renovado por estas generaciones de realistas, especialmente por Antonio López que con sus visiones tan emblemáticas de Madrid revitalizó este género", consideró la comisaria de la muestra.

Las piezas de maestros del pasado como Juan Van der Hamen, Miguel de Pret, Ruiz de Meléndez, Jacobus Vrel, Eduard Gaertner y Alonso Miguel de Tovar conectan con las de la generación de los 30, con los hermanos López, con Amalia Avia, Isabel Quintanilla, María Moreno, esa generación más reconocida y que abrió el camino para mantener este deseo de representar la realidad. También la de los años 40 con Cristóbal Toral y Eduardo Naranjo y en la de los 50 con Gerardo Pita, Manuel Franquelo y César Galicia. Y entre ellos un hilo común, el oficio del pintor. "El público va a poder ver dibujos, pinturas y esculturas con muy buen oficio, la academia une a todos estos pintores entre ellos y con el pasado y la tradición", como concluyó la directora del museo.

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