Pasarela

Robert Redford pasa por el altar

Los 72 años no le paran ni detrás de las cámaras ni en su vida privada. Robert Redford ha pasado por la vicaría y ha formalizado su vínculo con la pintora alemana Sibylle Szaggars, veinte años menor que él, y con la que vivía una consolidada relación iniciada en 1996. El último galán clásico de Hollywood lleva ya bastantes lustros asumiendo sus arrugas, pero sin renunciar a nada más en su vida profesional y personal.

Ahora ha querido además regalar a Sibylle una boda tradicional, que se ofició este sábado y de la que hasta el momento no hay imágenes. El enlace de la pareja se celebró en la localidad alemana de Hamburgo, en la iglesia de Santa Caterina, y la noticia fue anunciada ayer por la oficina parroquial del templo.

Según fuentes de la propia parroquia, la ceremonia de Redford se llevó con total discreción, sin la presencia de periodistas y curiosos y fue bastante íntima, con sólo unos 30 invitados, y el posterior banquete se celebró en un hotel hamburgués de lujo, el Louis C. Jacob. El sacerdote encargado de oficiar la ceremonia fue el pastor Frank Engelbrecht, un conocido de la familia de Szaggars, nacida en Hamburgo en 1957, aunque residente en Estados Unidos desde varios decenios atrás. Redford y su mujer estuvieron alojados durante toda la pasada semana en una suite del hotel y se habían casado previamente por lo civil. La intención de Redford, que durante todo el año suele vivir en su residencia de Utah, es festejar la boda entre amigos de Hollywood en algún rincón de la costa mexicana.

Pese a su trayectoria de amores y romances, el director de películas como El regreso o El hombre que susurraba a los caballos, sólo estuvo casado en una ocasión, con su amor de juventud, Lola Jean Van Wagenen, con la que tuvo tres hijos y de la que se separó en 1985 tras más de un cuarto de siglo juntos. Redford, creador del reconocido festival de cine independiente de Sundance (denominado así por su papel en la película Dos hombres y un destino) fue desde finales de los 60 prototipo de la belleza masculina y heredero, y en cierta medida rival, de Paul Newman, con quien compartió reparto en películas como la premiada El golpe o la mencionada Dos hombres y un destino.

Con una vida reposada, pero intensa, Redford ha querido con su boda en Hamburgo agasajar a su pareja.

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