Un punto. Eso es lo que necesita el Ángel Ximénez para sellar su permanencia en la Liga Asobal sin tener que depender de nada ni de nadie. El conjunto pontano, mermado por las bajas, lo buscará en la pista del Go Fit Sinfín (Pabellón de La Albericia, 20:30), un equipo de su liga al que igualaría en la tabla en caso de victoria. Con todo, para no tener que sufrir hasta la jornada final -fijada ya para las 17:30 del sábado 4 de junio-, a los de Javier Cabanas les valdría también con un pinchazo del Teucro en el derbi gallego con el Cangas, que en cualquier otra situación sería claro favorito al triunfo.

El Ángel Ximénez ha llegado al tramo decisivo del campeonato exigido a más no poder. Pero aún así, parece en condiciones de salvar la temporada con un aprobado. El sábado ante el Guadalajara dio el primer paso hacia la salvación con una agónica victoria, que hoy debe confirmar en Santander. El problema es que tiene que hacerlo a domicilio, donde sólo ha sido capaz de puntuar en uno de sus trece desplazamientos anteriores. Eso sí, fue en Pontevedra y ante el Teucro, lo que le otorga gran parte de la ventaja de la que ahora disfruta.

Además, por si fuera poco, Javier Cabanas no podrá contar en esta penúltima jornada con los lesionados Guille de la Sierra y Mario Porras, así como el negado Chispi que tendrá que volver a pasar por el quirófano. Sin ellos, la expedición pontana se ejercitó ya ayer en tierras cántabras para apurar los esquemas con los que hacer frente a un Sinfín que en la primera vuelta se llevó los puntos de Puente Genil (25-26) y que se encuentra en la tabla con apenas dos puntos más. Así, una victoria por más de un gol permitiría al Ximénez no sólo salvarse, sino ganar un puesto en la clasificación.

Pero lo más importante ahora es sellar de manera definitiva la permanencia, tras una temporada accidentada de principio a fin. Valdrá con puntuar en Santander, pues esos tres puntos de renta ya serían inalcanzables para el Teucro, obligado a ganar sus dos partidos y esperar a ver qué hace el Ángel Ximénez. Hoy, en horario unificado, ambos se juegan el año a una carta, con ventaja pontana.