Balonmano l División de Honor B

2009, el final de los llantos en Pozoblanco

  • El Prasa sueña con volver este año a la Asobal 12 después de su paso por la categoría · Arranca como líder destacado

Arranca 2009 dispuesto a repartir alegrías y penas, pero en Pozoblanco sólo se aguardan las primeras, ya que toda la afición al balonmano espera que el nuevo año sea el del ascenso a la Liga Asobal. Ese deseo es el primero que los fieles seguidores vallesanos han pedido a los Reyes en su particular carta para este año.

Desde abril de 1997, los pozoalbenses no ven un duelo de Asobal. El último partido en la categoría fue ante el Chapela en Vigo, saldado con una derrota por 27-22. El último en el Municipal fue una semana antes de viajar a tierras gallegas, ante el Barakaldo, con el que se empató a 28.

Sucedió en la temporada 96-97. El Prasa, en su estreno en la máxima categoría, llegó a ser la revelación del campeonato tras un sólido arranque en el que llegó a instalarse en la mitad de la tabla hasta que se midió a los grandes del balonmano mundial. Curiosamente, le tocó enfrentarse a todos seguidos. En la jornada octava se cruzó con el Ademar en León y perdió por un apretado 33-30; luego el Barcelona le derrotó (29-38) con el mayor lleno que se recuerda del Polideportivo Municipal. Posteriormente viajó a Pamplona, donde cayó ante el Portland San Antonio por 29-22, aunque luego, en el Juan Sepúlveda, sacó un valioso empate a 20 ante los navarros. Tras el Portland vino el Ciudad Real, con el que empató los dos partidos.

Antes había llegado el esperado estreno en Valladolid, donde el Prasa perdió 32-30 con una miserable actuación arbitral en contra. El tercero de ese año en la liga fue el Teka, en los tiempos en los que era grande. El Prasa logró empatar en Cantabria y ganar a la vuelta en Pozoblanco. Eran los años felices de un Prasa que logró tres ascensos en cuatro años para instalarse en la Asobal. Sólo estuvo un año en División de Honor B.

Desde entonces, regresar a la categoría de oro ha sido el sueño y a veces hasta el objetivo. El año que más cerca estuvo de conseguirlo fue en 2002, con Rafa Moreno en el banquillo y el equipo con menos presupuesto de la historia del Prasa. En el penúltimo partido, ante el Torrevieja, tuvo la bola Andrés Pérez para hacer el 23-22 y dejar el ascenso apalabrado, pero al extremo malagueño se le escapó la pelota y se esfumaron las esperanzas de volver a la Asobal.

Este año, sin embargo, el equipo tiene una pinta tremenda. Es el favorito para ascender. Tiene una plantilla de ensueño, el entrenador que lo ascendió a Asobal y una afición que vuelve a responder con su presencia, con sus cánticos y gritos en el pabellón.

Además, el Prasa posee a uno de los jugadores más determinantes en ataque: Nacho Serrano. El granadino lleva ya 69 goles, y con esa media rondará los 150 al final de la temporada sin tirar apenas penalties. Le siguen de cerca Vico y Álex Álvarez, quienes llevan también unos números impresionantes. En defensa tiene a dos muros como Escobedo y Raúl Bartolomé. A esto se le suma el acierto en la portería de Mario Percin. Del ascenso a Asobal de 1996 sólo quedan Castillo y Lubián. Quizás puedan repetir en 2009.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios