Un marco envidiable para un acto vacío de contenido. Porque más allá de los tópicos y los buenos deseos del futbolista que se vestía por primera vez con la blanquiverde, nada más se pudo sacar en claro de una comparecencia en la que estuvieron presentes tanto el vicepresidente del Córdoba, Javier Jiménez, como el director deportivo de la entidad, Emilio Vega. Ninguno de los dos abandonó el habitual discurso ceremonial ni aceptó preguntas de los periodistas sobre la marcha deportiva o institucional de la entidad. El Salón de Tapices del Palacio de Viana fue ese privilegiado escenario que el conjunto blanquiverde eligió para presentar públicamente a su décima incorporación, el delantero italiano Federico Piovaccari, uno de los fichajes capitales en la confección del plantel del Córdoba y el principal encargado de guiar con sus goles los designios del equipo que entrena José Luis Oltra.

Después de que Javier Jiménez tomara la palabra para introducir el acto de presentación y agradecer a los patrocinadores el haberlo hecho posible fue Emilio Vega el que ejerció de anfitrión con el nuevo delantero blanquiverde. El director deportivo blanquiverde aseguró que Piovaccari es un atacante "con las características que nuestro entrenador reclamaba, con experiencia, que no sólo nos va a aportar goles, que en todos los equipos los ha hecho, sino que también compite muy bien y es muy intenso". Cualidades importantes para el de Bembibre, porque "en esta categoría hay que ser aguerrido y tener jugadores con esa competitividad y agresividad siempre es muy bueno". Además, otro aspecto que quiso resaltar del italiano es que "a nivel personal sigue cumpliendo con el perfil del resto de las incorporaciones; es un jugador que desde el primer momento ha demostrado que viene a aportar y ser uno más".

Acto seguido, fue el protagonista el que tomó la palabra y se mostró "muy contento de vestir la camiseta del Córdoba. Tengo ganas de empezar ya. La gente me está pidiendo goles y lo que digo es que seguramente daré el máximo posible, luchando en todos los partidos, que es una de las mejores características que tengo".

Tras su alocución, el punta sí respondió preguntas de los periodistas y aclaró entonces que su ritmo no es el mejor aunque puede empezar a jugar cuando Oltra lo requiera. "Entrené tres semanas en Italia y he jugado dos o tres amistosos. Es normal que tenga todavía que conocer a los compañeros. La intensidad no es la misma que entrenando con un equipo profesional. Estoy poniéndome al nivel de los demás pero seguramente pueda jugar ya algunos minutos, dependerá del míster", apuntó el número 14 del Córdoba.

Sobre sus primeras impresiones de Córdoba como ciudad y del Córdoba como club, el delantero bromeó sobre el "mucho calor, muchísimo" que se ha encontrado a su llegada, si bien ya venía sobre aviso de lo que puede encontrar en su nuevo hogar porque su mujer "es española, de Sabadell, y ya me había explicado lo bonita que es esta ciudad". Además, Piovaccari destacó que "lo que vi en el campo es que la afición es muy partícipe, además empezar ganando es una cosa más" en referencia al choque de la primera jornada ante el Tenerife. También apuntó como su primer objetivo turístico la Mezquita, o "Mezquilla", como la renombró el ariete en una de las anécdotas simpáticas de su puesta de largo.

Más serio se puso para hablar de sus objetivos personales y de los colectivos del equipo. En el plano personal, Piovaccari reconoció que "marcar goles es el objetivo de todo delantero y también el mío pero creo que el ascenso es mejor". Eso sí, como hombre veterano en esto del fútbol es totalmente consciente de que "los delanteros viven de momentos, de períodos y de goles; y si empiezo a hacer goles pronto, mejor para mí, para el equipo y para todos".

Para empezar, el nuevo delantero cordobesista vivió una presentación en la que sus buenos deseos en esta etapa que arranca como jugador del Córdoba quedaron eclipsados por un silencio institucional que cada vez es más difícil de entender.